Columna


Simón, el bobito; ¡que se largue!

GUSTAVO MONTES FERNÁNDEZ

26 de junio de 2012 12:00 AM

GUSTAVO MONTES FERNÁNDEZ

26 de junio de 2012 12:00 AM

Tamaña irresponsabilidad la del presidente del Partido Liberal y de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria, quien demuestra una vez más por qué llegó a esa corporación. Solo en Colombia sucede que semejante  paracaídas caiga sobre tan altos cargos por obra de la lagartería y ostentando como único título el de delfinismo. En manos de esos es que está el país hoy.
¿A qué viene el tema? A que el honorable parlamentario se da el lujo -sin asumir responsabilidad política alguna- de decir que no leyó el texto de la reforma a la justica, simplemente lo firmó. ¡Por Dios! No se sabe qué es peor, si salir con tan boba explicación  propia de bobos y que nada más a un bobo le sucede, o que en verdad participó del emolumento a la deshonradez. Donde todo mundo gritó hasta más no poder los micos de impunidad que llevaba colgados esa reforma y sin embargo, Simón el bobito nos dice -cual mal chiste- que él no tuvo ni idea de lo que se hizo.
De la desfachatez de Simón Gaviria, no queda más que pedirle gentilmente que se largue no sólo de la presidencia de la Cámara de Representantes, tan inmaduramente asumida, sino de la cámara en sí. Que afronte  su culpa como el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra -a ese si al menos le cabe la palabra renuncia- porque es tan baja la actuación de Simoncito, que el término renuncia es muy honorable para él.
¿Cómo puso al país en ese gran riesgo y después campantemente dice “no leí”? Eso va más allá de una confesión periodística o chisme de farándula a un delito. Ojalá este artículo lo lean abogados que instauren las debidas acciones legales contra Gaviria por faltar a sus funciones, comprometer la seguridad nacional y estabilidad jurídica acolitado por unos congresistas más que arrodillados. De esa forma, ¿cuándo vamos a vivir en un país mejor?  ¡Nunca!
Simón avergonzó a toda una generación  llena de esperanza. ¿Cuántos pilos de verdad no han podido trabajar en Colombia, por falta de oportunidades?  Y miren cómo dirige el  país, el gran prócer don Simón.
Leyó o no, participó o no en la elaboración de ese impune texto, Simón debe pagar su insensatez.
Ahora el representante Gaviria da cátedra de honorabilidad, responsabilidad y seriedad diciendo “que se convoque un gran diálogo nacional sobre el tema”. No todos somos bobitos. Con lo sucedido, uno de los tantos que  ha faltado grandemente el respeto a Colombia es Simón Gaviria. Así que lo de honorable lo puede colgar en el mejor de los ganchos que encuentre en su casa. Le debemos respeto a las instituciones, no a los que las desfiguran en toda su esencia.
La responsabilidad del Presidente Santos en este desastre ¿dónde nos las dejan? Todo esto es indigno, ¿y quiénes pagarán por ello? Que se presente la revocatoria de la reforma y de paso la del Congreso. Es como la cerveza: perfecta.
Coletilla. Expertos en contratación opinan que el contrato de libros que hizo sin licitación el gobernador de Sucre, Julio Guerra, por más de mil quinientos millones de pesos, reúne al parecer todas las condiciones de delito y puede causarle la destitución.

*Médico y analista político

gusmonfe@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS