El departamento de Sucre presenta una situación paupérrima, que va más allá de la miseria. Ha sido un trabajo detallado y minucioso de quienes en una u otra forma han ostentado históricamente el poder, a costa de la esclavitud mental de todo un pueblo; de lo contrario no estaríamos tan alejados de los objetivos del nuevo milenio: erradicar la pobreza extrema y el hambre. Lograr la educación primaria universal. Promover la equidad de género y la autonomía de la mujer. Reducir la mortalidad en menores de cinco años. Mejorar la salud sexual y reproductiva. Combatir VIH/SIDA, Malaria, Dengue. Garantizar la sostenibilidad ambiental.
Basado en el DANE, Sucre ostenta con tristeza unas Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del 60%, siendo que el promedio nacional es del 23%. Casi lo triplicamos. La subregión de La Mojana alcanza hasta 70% de NBI. El 92% de la población total de Sucre está en la pobreza o miseria. ¡Qué Pena!
La pobreza aumentó los últimos diez años 19 puntos y la miseria 10. Los estadistas dicen: “Sucre es un departamento rico con extrema pobreza”. La concentración de la riqueza es bárbara; el 9% de los propietarios posee el 60% de las tierras. Una cabeza de ganado ocupa más de una hectárea. La desigualdad nos mata.
En Sucre el 37% de la actividad productiva se deriva de la ganadería, agricultura, pesca y la industria solo es el 2,69%.
Hemos alcanzado a tener más de 140 mil desplazados, esto es el 14% de la población total, eso ha llevado a una concentración en las ciudades de un 64% y el 36% en el campo que quedó muy solo cuando la violencia. No se nos olvide dejar atrás la escandalosa cifra de analfabetismo del 17%, cerca de triplicar el promedio nacional. ¡Ojo!, estamos en el Siglo XXI. Es inaceptable.
Las oportunidades para los sucreños son nulas desde su creación; estas solo existen para unos pocos que se creen grandes porque son los únicos que están de pie y así no es. Las mismas cifras estadísticas y nuestra tradición de departamento paupérrimo lo corroboran.
La violencia tiene en Sucre un caldo de cultivo al estar inmerso en la miseria. Por aquí han pasado y siguen pasando toda clase de especímenes que usufructúan nuestro erario y luego sacan pecho cuales pulcros ejecutores del bienestar; pero solo son de los que acumulan riquezas a costas de sacrificar el bienestar de un pueblo. Discurso trillado, pero real. A Sucre lo patean y sigue pidiendo masoquistamente más patadas. No se escandalicen los lectores por la verdad.
En conclusión, Sucre tiene todos los ingredientes para padecer pobreza y desigualdad y son ellos analfabetismo, empleo informal que perpetua la pobreza, mala calidad y escasa cobertura de la oferta pública, exclusión política, concentración de la riqueza, corrupción, falta de voluntad política, entre otros. ¿Quién coge el toro por los cachos? ¿El gobernador y alcaldes como el de Sincelejo, dónde están y han estado? Ahora nadie tiene la culpa; ¿la culpa la tiene la vaca? Lo importante es solucionar…; y no lo veo. Ojalá por fin mejore; porque estamos como el mercado de Bazurto en Cartagena, que todo mundo lo va a arreglar y sigue campante el problema: ¡Sucre paupérrimo!
*Médico –analista político
gusmonfe@hotmail.com
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()