Columna


TLC con USA, llegó la hora

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

06 de mayo de 2012 12:00 AM

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

06 de mayo de 2012 12:00 AM

Como no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, miles de pequeños y medianos productores pagarán el costo del TLC con USA, porque en 15 días cambiará el mercado interno de lácteos y cárnicos. La hora de la verdad llegó. Y volvimos a analizar el panorama desolador durante el Foro Internacional de la Cámara Gremial de la Leche, de Fedegán, para volver a buscar en las experiencias internacionales y en las propias, ante las precarias ventajas competitivas, salidas a la crisis de los ganaderos.
Colombia tiene ventajas comparativas rurales, pero las competitivas son pocas o nulas. En el aprovechamiento de ambas se librará la batalla comercial. Nadie discute las ventajas de una ganadería tropical en pasturas naturales -agua y luminosidad abundantes- pero son insuficientes sus parámetros productivos y reproductivos -propios del ganadero- y otros que comprometen al Estado, que impactan la capacidad sectorial para competir.
Y se notan las asimetrías. Mientras USA, con un hato de 94 millones de animales, ordeña 9 millones de vacas y produce anualmente 88 mil millones de litros; Colombia, con 24 millones, ordeña 7,4 millones y produce 6 mil millones de litros al año. Catorce veces menos, pues los competidores americanos se especializan con base en el maíz subsidiado –del cual es el mayor productor del mundo- logrando un precio pagado por la leche al ganadero hasta 30% por debajo del nuestro.
Estados Unidos desarrolló un transporte intermodal 30% más económico que el colombiano. Nosotros seguimos moviendo el 70% de la carga por carreteras con un atraso de 60 años y por redes terciarias que hicieron agua con la lluvia. Tenemos una de las peores redes viales de América Latina. Sólo tenemos pavimentado el 8,5% de 164 mil kilómetros. Según Andrade, director de la ANI, en carreteras estamos como los pobres de África.
Pero además de que no tener admisibilidad en Estados Unidos, tendremos que medirnos con importaciones subsidiadas del mayor productor de carne del mundo y el segundo en lácteos, favorecidas por la tasa de cambio. Desde que se negoció el TLC hasta la fecha, la revaluación del peso frente al dólar debe tener otro 30% adicional.
Se puede prever el desastre. Las pocas ventajas comparativas son insuficientes. Lo sabíamos. Durante las dos décadas, el ATPDEA poco se aprovechó. ¿Por qué entonces el optimismo de unos pocos -creo que sólo de Colanta, que, a propósito, también estuvo en el “Cuarto de al Lado”- que cree que ahora sí podrá exportar, cuando en el pasado las exportaciones de lácteos fueron marginales? Les recuerdo: el 67% de las subpartidas -347 de 519- estaban con cero arancel. Ahora es a otro precio: los beneficios son bilaterales y no unilaterales, como eran en el ATPDEA.
Vale la pena pensar qué haremos con más de 300 mil ganaderos muy pequeños, que constituyen la pobreza rural. El impacto social será dramático, aunque lento y progresivo. La lección mexicana debe servirnos. Allá más del 70% de los productores desapareció. Y aquí como allá, el problema de pobreza y marginalidad está en el campo. Hay que actuar de inmediato antes de que sea demasiado tarde y las consecuencias imprevisibles en empleo, bienestar y paz rural.

*Presidente Ejecutivo de FEDEGÁN

jflafaurie@yahoo.com
@jflafaurie

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