No soy amante de entrar en contienda, ni de responder insultos, pero, al amable lector Pedro Ch, quien criticó mi último artículo porque hablé de Dios, le transcribo lo que San Agustín en uno de sus sermones decía: “Hay hombres que juzgan temerariamente, que son detractores, chismosos, murmurado-res, que se empeñan en sospechar lo que no ven, que se empeñan incluso en pregonar lo que ni sospechan; contra esos tales, ¿qué re-curso queda sino el testimonio de nuestra conciencia?”. Sabiamente Hans Kung escri-bió: “Sólo la sumisión al único Absoluto nos hace libres frente a todo lo relativo”, eso que-rido amigo Pedro Ch, me permite hablar de Dios sin temor y sin pensar causarle molestia a los demás.
Pues bien, los traumatismos frecuentes de la boca, son debido a mordedura accidental de la piel interna de la boca, o las producidas por una inyección para tratamiento dental o las causadas por las cerdas de los cepillos de dientes, o por alimentos cortantes como las papitas fritas y en tiempo de mango, los que lo comen biche y con sal.
Ya con menos autoridad, pero siguiéndo-me por los estudios realizados a fumadores crónicos por especialistas de la boca, encuen-tro que los conceptos son diversos y contra-rios, por ejemplo algunos dicen que los fu-madores suecos, no experimentan aftas com-parados con los que no tienen este hábito y el estudio reporta que algunos fumadores in-formaron sobre la presencia de peladuras des-pués que suspendieron el hábito de fumar.
Los que aseguran lo anterior, soportan su concepto, en la respuesta que hace la boca al humo y a la nicotina, que la hace más gruesa y por consiguiente la hace más resistente a las peladuras y aún así, hay quienes dicen, que los que mastican gomas de tabaco, como lo hacen los jugadores de baloncesto y béisbol en los estados unidos, hacen con frecuencia peladuras lo mismo que los que fuman tabaco seco.
Lo anterior, tiene para algunos un valor terapéutico tan importante que le han pres-crito a los pacientes no fumadores, con pela-duras en la boca, tabletas masticables de ni-cotina y dicen que mejoraron y no aparecie-ron mas después de un mes de usarlas diaria-mente.
Pero, entonces ¿será el humo o la nicotina la que aumenta el grosor de la mucosa de la boca?
Y como no tenemos certeza sobre lo ante-rior, yo, mientras, los invito a que no fumen aunque les salgan las peladuras, porque ter-minaran con dos problemas, es decir, con las peladuras y con cáncer de pulmón.
Por último, sobre el estrés, no es mucho lo que hay que decir, lo que sí es cierto es que se ha encontrado mucha relación entre la apari-ción de peladuras en la boca y el estrés psico-lógico y fisiológico, como anécdota, yo tengo un amigo que siempre que pelea con la espo-sa, se le pela la boca, primero, por el estrés fi-siológico y después, por tanto besarla para que se le pase la rabia o coraje, porque la su-sodicha es Mexicana.
*Dermatólogo
a_gomezagamez@hotmail.com
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