Una serie de acciones y circunstancias recientes muestran un positivo y refrescante dinamismo de la universidad pública en Colombia, particularmente la Universidad de Cartagena.
Además de la organizada, deliberante y creativa participación de los estudiantes en el paro nacional universitario que logró el retiro del proyecto de reforma a la Ley 30, el Alma Máter local es protagonista de variados episodios que reflejan grandes logros, producto de la sinergia de toda la comunidad académica.
Informaciones de prensa de los últimos tiempos dan cuenta de reconocimientos institucionales y distinciones nacionales e internacionales a docentes y estudiantes por sus aportes científicos, académicos, deportivos y comunicacionales. La institución es considerada líder en la Región Caribe, con 81 grupos de investigación acreditados por Conciencias, y sus acciones de proyección social la hacen participe de la construcción de futuro local, regional y nacional.
Quienes hemos tenido la fortuna de permanecer por muchos años en contacto con la Universidad de Cartagena, podemos dar fe de los profundos cambios y transformaciones que se han dado en la Institución.
Pero más allá de los logros en ampliación de cobertura, avances en calidad, dotación, mejoramiento de su estructura física, etc. La universidad exhibe, como no ocurría hace muchos años, una saludable integración entre directivos, docentes, trabajadores y estudiantes, marchando en un mismo sentido.
Sería absurdo desconocer la existencia de dificultades y expectativas no resueltas para algunos sectores, como los docentes de cátedra, quienes no se sienten totalmente integrados a los beneficios que debería representar también para ellos el progreso institucional, pero en términos generales se proyecta una universidad activa, cambiante, propositiva y futurista, una universidad viva.
Entre los actos conmemorativos de sus 184 años, se realizó una puesta en escena, bajo la dirección del Maestro Francisco Zumaque hizo un recorrido músico–teatral, a través del cual ilustraba las diferentes etapas por las que ha pasado el Alma Máter, desde su creación por el libertador Simón Bolívar.
Entre música, teatro y danza, el respeto por la diversidad y la inclusión fue simbólico; los géneros musicales que compartieron el escenario, por ejemplo, son tan diferentes como las ideologías y visiones de mundo que se dan al interior de la comunidad académica, pero tuvieron su espacio sin romper la armonía del espectáculo.
Esa es la esencia de la universidad pública, la integración en torno a propósitos comunes, en el marco del respeto y la tolerancia por las diferencias. Zumaqué dijo, al argumentar su montaje, que se inspiró en el espíritu alegre, emprendedor, carismático y creativo que distingue a quienes han pasado por la Universidad de Cartagena y formuló tal vez el más grande de los cumplidos a quienes la sentimos en el corazón: “El Udeceismo es una filosofía de vida”.
Es una filosofía que orienta la constante búsqueda de crecimiento y superación, pero también de desarrollo y justicia social. Corresponde a la comunidad universitaria, en cabeza de su rector Germán Sierra Anaya, sostener lo alcanzado y seguir abriendo caminos de grandeza, para que se mantenga, como lo reza su eslogan, a la altura de los tiempos.
*Trabajador Social y Periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones.
germandanilo@hotmail.com
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