Columna


Un experimento riesgoso

MIGUEL YANCES PEÑA

23 de julio de 2012 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

23 de julio de 2012 12:00 AM

Agradable sorpresa se debieron llevar los pensionados cuando en las Notarias les informaron que ya no expedirían más los certificados de supervivencia que los pagadores de pensiones exigían (cada tres meses) para el pago de las mesadas. No obstante el BBVA, el Banco Popular y el de Bogota, tres de los que pagan las de SS, estuvieron exigiendo la presencia, para el pago de la de julio.
Es una norma atrevida la de no exigir la prueba de supervivencia apoyándose en una base de datos de defunciones que administra el Estado, y que retira a los fallecidos de la base de datos de los que reciben pensiones. Atrevida porque aumenta el riesgo de fraude y la fuga de dineros del sistema.
Si el Estado no pudo dar fe de los que poseían cédula de ciudadanía y podían votar (el famoso censo electoral) el referéndum anti corrupción del anterior gobierno, que se hundió, mas difícil le quedará darla de los fallecidos; porque la cédula de ciudadanía la expide la Registraduría del Estado civil, entidad única del control nacional; mientras que los certificados de defunción los expiden muchas instituciones particulares con mucha discresionalidad. Si como estaban las cosas le hacían trampa al sistema, imaginen cómo será ahora.
Y si se habla de ser el pensional, un sistema inviable en el mediano plazo; y con esa premisa se eleva la edad, el monto de la cotización y las semanas cotizadas, ¿qué pasará ahora que se le introduce un elemento incierto?
Es una costumbre de nuestros dirigentes a la hora de expedir normas, asumir que gobiernan sobre ángeles, cuando la sangre latina que todos llevamos en las venas (no somos anglosajones, ni orientales) nos inclina a buscar siempre el vacío legal, o el hueco como dicen ahora, que nos permita lograr el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.
Y a la larga, ni es por ser latinos. Es una Ley Universal: la materia se desplaza desde mayores hacia menores estados energéticos (por eso las cosas caen por ejemplo); los animales y las plantas ahorran energía en sus procesos vitales; y los hombres igual, salvo cuando se trata de obtener diversión y placer. NOTA: algunos animales también juegan y se divierten, y derrochan en energía, pero la Ley general del mínimo esfuerzo sigue vigente en la naturaleza viva e inerme.
De manera que podríamos afirmar, que es inteligente buscar los huecos (menor esfuerzo) e inteligente debe ser, para quienes hacen normas y leyes, el no dejarlos. Para lograrlo, además de ser inteligentes, hay que asumir que no se gobierna sobre ángeles, sino sobre seres humanos, osados, astutos e inteligentes; y con necesidades básicas insatisfechas, en nuestro caso, por no hablar de ambiciosos.
Para terminar la de hoy, a nuestro entender la base de datos de defunciones es una excelente herramienta de control, complementaria de la supervivencia, pero no su sustituta. Y la norma que elimina el insoslayable e imperativo trámite de demostrar que se está vivo para cobrar la pensión, es un enorme error que impactará a las nuevas generaciones: los pensionados del futuro.
Me late que es para compensar la ligereza, que ahora se está proponiendo gravar las pensiones con el 11% de la mesada. Ni más ni menos que quitarle a todos los que se puedan roban unos pocos.

* Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe.

movilyances@gmail.com

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