Columna


Una buena versión del FICCI 51

RICARDO VÉLEZ PAREJA

14 de marzo de 2011 12:00 AM

RICARDO VÉLEZ PAREJA

14 de marzo de 2011 12:00 AM

El pasado 3 de marzo culminó el FICCI 51 con resultados satisfactorios para la Junta Directiva, la Gerencia, la Presidencia y la Dirección del mismo. El veterano Salvo Basile, Mónica Wagenberg y Lina Rodríguez fueron los artífices del evento que cada año adquiere mayor trascendencia dentro de la cultura cinematográfica mundial.Las dos grandes figuras fueron, sin lugar a dudas, los actores Willen Dafoe quien han sido nominado dos veces como mejor actor de reparto en los premios Oscar, con papeles muy importantes en “Nacido en 4 de julio”, “La última tentación de Cristo”, “El Aviador” y “Platoon”; y Geraldine Chaplin, excelente actriz hija del genial Charlie Chaplin, quien fue compañera por muchos años del maestro español Carlos Saura y se destacó en la brillante actuación como protagonista en sus películas “Peppermint Frappé”, “Cría cuervos” y “Mamá cumple cien años”, entre otras.
Geraldine ganó el premio Goya a la mejor actriz con la película de Pedro Almodóvar “Hable con ella”, así como también ganó con “La ciudad sin límites” y “El Orfanato”. Fue muy emotivo el encuentro en Cartagena con su hermana Jane, quien vive hace un poco más de diez años en esta joya del Caribe que siempre deslumbra con su magia a todos sus visitantes y habitantes.
La presentación gratuita de inauguración “También la lluvia” de Iciar Bollaín en el Paseo de los Mártires, el Cine Bajo las Estrellas en las plazas, la proyección en los barrios y en los teatros Adolfo Mejía, Centro de Convenciones y salas de Cine Colombia, fueron fortalecidas en esta versión con el fin de que todos los cartageneros disfrutaren del cine de calidad. El manejo de la prensa fue excelente.
Vi pocas películas porque estuve fuera del país, pero opino que son de destacar “Los colores de la montaña”, ópera prima del colombiano Carlos Arbeláez, que inauguró en el Centro de Convenciones –felizmente volvimos a este magnífico escenario– y “El Cisne Negro”, de Darren Aronsky, el mismo de “El Luchador” y “Réquiem por un sueño”
La cinta colombiana es una bella y dura historia en la cual los protagonistas son varios niños que hacen el papel de hijos de campesinos –aun cuando es de notar que de verdad no tenían pinta de serlos– pero el papel que hacen es extraordinario en el desarrollo de una sencilla historia en donde no son protagonistas los actores del conflicto, sino niños que con inocencia juegan y una tarde se sorprenden cuando una mina antipersona detona y mata al cerdo que andaba cerca del campo donde jugaban fútbol. Ese es el único mensaje de violencia obvia, pero el resto es sutil, está en la atmósfera y en el ritmo del filme. Se confirma la calidad del cine que se está haciendo a partir de la creación de la ley del cine.
“El cisne negro”, con Natalie Portman, haciendo el papel de la bailarina estrella que en medio de inseguridades, retos, miedos y problemas sicológicos hace el papel del cisne blanco y del negro en la compañía de danza de Nueva York. Un film duro, intenso que nos trasmite el mensaje de que el arte está íntimamente ligado a la pasión, al esfuerzo, al dolor y a la entrega incondicional a su trabajo como si el protagonista fuera a morir en las próximas horas. Natalie mereció el Oscar que ganó como mejor actriz.

*Abogado y escritor

rivelpa@yahoo.com

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