Columna


Una reunión provechosa

MIGUEL YANCES PEÑA

12 de diciembre de 2011 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

12 de diciembre de 2011 12:00 AM

Eso de reunir ingenieros y ponerlos a charlar sin generar fuertes controversias no es cosa fácil; bueno, aunque es más fácil que lograr lo mismo entre políticos, que manejan otra lógica: son impredecibles.
Por iniciativa de Raymundo Marrugo, el más sociable de este gremio de personas que nos preciamos de ser desapasionados, racionales y objetivos, pero poco dados a la figuración y el protagonismo político (un falencia imperdonable), nos reunimos Leobardo Marrugo, José Benedetti, Álvaro Campo, Raimon León, Nassif Abuita, Hilarión Bolaños, Ricardo Juliao, Lucy Rico y Carlos Haydar (expositor), a informarnos e intercambiar opiniones sobre la condición actual del sistema eléctrico de la ciudad.
Me enteré de que a pesar de haberse hecho importantes inversiones, los problemas de transporte de potencia (subtransmisión) y transformación, siguen igual que hace 15 años: sobrecargas que obligan el despacho antieconómico y ambientalmente nocivo, de generación térmica local que pagan los usuarios. No obstante recuerdo que en 1998, con la ampliación de la subestación Termocartagena se logró reducirla a cero.
El asunto fundamental está en que el anillo de subtransmisión está tensionado a 66 mil voltios y no a 110 mil como se sabe debe ser desde 1976, cuando se diseñaron las subestaciones de Bocagrande y Chambacú; entre otras, porque 66 mil es un nivel de voltaje atípico.
Hoy en día parece imposible modificar el nivel de voltaje, pues no hay por donde construir nuevas líneas sin violar las “nuevas” normas eléctricas (habría que expropiar o tender cables subterráneos) a un elevado costo, y ese dinero finalmente sale de los consumidores, ya sea a través de la tarifa o de los impuestos. Lo máximo que podríamos aspirar los cartageneros es que se hiciera con cargo a los impuestos o la tarifa de todo el país.
Yo he venido proponiendo sin encontrar mas que objeciones, que se “estudie” porque eso no se puede determinar apriori, la posibilidad de rediseñar las estructuras de soporte de las actuales líneas (aumentándole la altura) con el fin adecuarlas al nuevo nivel de tensión, teniendo presente que los nuevos conductores podrían ser de menor calibre (más livianos) por ser mayor el voltaje al que serian tensionados. Se puede aspirar –digo yo- a que por ser un rediseño de líneas existentes, no apliquen plenamente las nuevas normas de construcción en lo que tiene que ver con la servidumbre.
Realmente la nueva línea a 220 mil voltios que tanta polémica ha desatado en la ciudad -otro de los tópicos que se abordó- que la alcaldesa paró porque bordea la Cienaga de la virgen; pero que ISA ha prometido reemplazar en 6 años por cables subterráneos, sería innecesaria si se hubiera elevado oportunamente el nivel de voltaje en el anillo. Aunque Cartagena pide a gritos una conexión directa a la línea de interconexión nacional (500 mil voltios) para no perder oportunidades de crecimiento económico con las inversiones que traerá el TLC.
Y si la alcaldesa no vio la oportunidad, el nuevo alcalde si. El tendido provisional de la línea desalojará y reubicará de manera permanente, a las familias que habitan en un estado de extrema pobreza, una franja de 32 mts a todo lo largo de la ruta de la línea.

*Ing. Electrónico, MBA, Pensionado de Electricaribe

movilyances@gmail.com

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