Columna


Universidad “resiliente”

ARGEMIRO MENCO MENDOZA

25 de noviembre de 2011 12:00 AM

ARGEMIRO MENCO MENDOZA

25 de noviembre de 2011 12:00 AM

Los estudiantes y profesores de las universidades públicas y privadas están viviendo un intenso malestar académico a raíz del proyecto de reforma a la Ley 30, de iniciativa gubernamental. El disgusto es tan profundo que originó un paro estudiantil inédito en Colombia, el cual merece ser alabado, y recomendarle a sus organizadores un comportamiento “resiliente” en virtud de sus nobles objetivos y de su admirable madurez organizativa.
Los conceptos de “empresas resilientes” y de “resiliencia jurídica” nos remiten a proponer el cultivo de una universidad resiliente, como un hecho visceral en la vida política de Colombia, que pondría a prueba la capacidad de funcionamiento del Estado social de derecho y, obvio, de sus principios constitucionales: participación, representación, igualdad, negociación y concertación democráticas.
Para ir a lo concreto, ¿qué es la resiliencia y qué es un comportamiento resiliente? La mecánica responde: –“Resistencia de los cuerpos, en especial los metales, a la rotura por choque” (the freedictionary.com). En psicología positiva: “Capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves”. “La resiliencia es la capacidad de una persona o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles, y esto de maneras socialmente aceptables” (V. Stefan). “Volver a nacer atañe también a nuestros corazones: renacer, estar disponibles para reconstruirnos en un orden diferente quiere decir construir un tiempo y un lugar donde realizar la esperanza” (Susanna Tamaro).
Según C. B. Minolli, “empresas resilientes” son aquellas que, en épocas de cambios constantes derivados de crisis económico-sociales y/o de la globalización de los negocios, presentan un desempeño superior a otras y obtienen aún beneficios extras provenientes de circunstancias adversas o imprevistas” (www.ucema.edu.ar).
Por otra parte, en ecología, resiliencia “es la capacidad de las comunidades de soportar perturbaciones”. En derecho, “la resiliencia jurídica es la capacidad de las personas, dentro del marco general de los derechos humanos, de recuperar su estado original de libertad, igualdad, inocencia, etc., después de haber sido sometido a las acciones de fuerza del Estado”(P. Chocano N.).
Una universidad resiliente es un milagro de su democracia interna que transforma el conocimiento del peligro que la asedia, en verdadero poder y voluntad de lucha, por dentro y por fuera de su institucionalidad. “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad” (Albert Einstein).
La propuesta de reforma a la educación superior, que fue inteligentemente retirada del Congreso, le deja a la comunidad universitaria y la sociedad civil en general, gran certeza de desconfianza. Ahora conviene que la universidad no sufra más amenazas legislativas, ni mercantilizadoras de sus bienes culturales. Entre tanto, seguirá alerta y resguardándose contra riesgos desventajosos o competitivos de la globalización.
Con la comunidad académica y el gobierno, en actitud resiliente, debemos concertar una ley protectora (resiliencia jurídica) que garantice el derecho a la educación superior en Colombia.

*Profesor de la  UTB 

argemiromenco@yahoo.com

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