Con el respeto que me merecen los odontólogos y especialmente los Estomatólo-gos, hoy, por cosas del destino me referiré a una patología que cada vez más se ve en los consultorios dermatológicos, como es la En-fermedad de Heck (quien fue el primero que la describió), pero, que también se conoce universalmente como hiperplasia focal del epitelio oral y para que sea entendible por el profano en este campo, le llamaremos, como la llaman los pacientes, verruguitas internas de la boca.Pues bien, parece ser que esta enfermedad, al principio, se veía con frecuencia en nativos norteamericanos, pero, después comenzó a diagnosticarse también en Brasil y en grupos étnicos de México y América central.
Lo malo y es lo que frustra como derma-tólogos, es que no tiene una causa definida, digo, frustra, porque no es lo mismo tratar una verrucosidad en piel que en mucosa, primero, por la incapacidad que produce, pa-ra comer, lavar los dientes etc. y segundo, porque la solución no es definitiva. Eso es frustrante, ¿verdad?
Cuando me preguntan los pacientes, con algo de rebeldía ante su problema, cual es la causa, debemos invocar desde traumatismos hasta afecciones virales y por ultimo genéti-cas, pero, no podemos decir con certeza, cual es la causa.
Si UD. estuviera hablando conmigo y no leyendo el artículo, me preguntaría, ¿ajá y como se presenta este problema?
Lo que vemos es la presencia de abun-dantes masas ondulares o verruguitas blandas, distribuidas en toda la parte interna de las mejillas o cachetes, a las que también llama-mos mucosa de los carrillos, comprometiendo también las encías y la lengua. El color casi siempre es el mismo del de la mucosa que lo rodea, pero, cuando está en zona de mastica-ción, se pueden ver de color blanquecinas.
Esta enfermedad no produce ninguna molestia y casi siempre es descubierta por otra persona, llámese odontólogo u otro especia-lista que se la encuentre incidentalmente.
No hay ningún tratamiento para curar este problema y lo importante después de ayudar sicológicamente a quien la presenta, inyectarle la esperanza para una regresión es-pontánea.
Por lo anterior, creo que lo prudente es asistir a un estomatólogo, que por lo general es una Odontólogo con esa especialidad y si no existiere, asistir a la consulta con el der-matólogo, quien es el único que se ha forma-do para tratar enfermedades de la piel, muco-sas y anexos, es decir, uñas y pelo, antes de proceder a hacer buchadas de diferentes sus-tancias, que puedan traumatizar y hacer mas florida la situación.
Siendo así, no me canso de repetir que en la boca se puede presentar un universo de problemas, que si no son estudiados seria-mente, se convierten en un dolor de cabeza, tanto para quien lo presenta, como para quien los trata.
*Dermatólogo
a_gomezagamez@hotmail.com
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