Se habla nuevamente de regionalización a partir de las condiciones creadas por la Constitución de 1991. En la Costa Caribe hay alguna efervescencia alrededor de la autonomía regional, y algunos otros lugares del país también han expresado interés en integrarse como región.
Al respecto, el editorial de El Universal del domingo 13 de marzo, bajo el título “Voto Caribe, ¿y ahora qué?” comienza diciendo: “El Voto Caribe es un hito en la historia del Caribe. Es de lo más trascendental en política después de 30 años de movilización regional con la convocatoria del Primer Foro Regional en Santa Marta”.
Al respecto, comento que el primer foro regional se celebró en la ciudad de Cartagena los días 17, 18 y 19 del mes de abril de 1975, siendo gobernador del Departamento de Bolívar Álvaro Escallón Villa, como se podrá constatar en la revista Tribuna Costeña. Además del discurso de clausura pronunciado por el doctor Escallón Villa, se pueden leer en dicha publicación las intervenciones del doctor Humberto Salcedo Collante, Ministro de Obras Públicas en aquel entonces, y del doctor Jaime Michelsen Uribe, Presidente a la sazón del Banco de Colombia, que propició el “Primer Foro de la Unidad de la Costa Atlántica”.
De hecho, antes se decía la Costa Atlántica y no la Costa Caribe, como ahora. También encontrará en el ejemplar de Tribuna Costeña el Plan de Desarrollo Turístico de Cartagena y la isla de Barú.
No son, pues, 30 sino 36 años los transcurridos desde cuando se realizó el primer foro regional. Pienso que la razón por la cual poco se ha adelantado en materia de integración regional costeña es la falta de seriedad de nuestra clase dirigente, más interesada en el protagonismo y en la figuración que en la toma de decisiones importantes y en su implementación.
¿Cómo se explica de otra manera la pobreza generalizada de nuestra gente y la falta de agua potable de los habitantes de nuestros municipios en una región con abundantes recursos hídricos, que en invierno inundan los pueblos ribereños y en veraneo escasea para las labores agrícolas y el pastoreo? ¿Cómo se justifica, por ejemplo, que la carretera a Barú, supuestamente una mina turística, esté literalmente empantanada desde varios años?
A uno, como ciudadano, no le pueden venir todo el tiempo con que aquí las puse y no las encontré: cuando no son los diseños que están mal hechos, es el certificado de manejo ambiental que no ha sido expedido por la autoridad competente, o la falta de socialización del proyecto, etc. ¿Le parecerá lógico a la gente lo que pasa con el despelote de la movilidad urbana causado por Transcaribe? ¿No es catastrófico el manejo del Emisario Submarino? A uno, como contribuyente, no le pueden estar dando razoncitas de por qué las cosas no se hacen como debe ser. Tiene que haber una manera de hacer las cosas más o menos bien.
LÁCIDES CORTÉS
lacydescortes@hotmail.com
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