Columna


Windows 7 (107)

CARLOS CRISMATT MOUTHON

31 de diciembre de 2011 12:00 AM

CARLOS CRISMATT MOUTHON

31 de diciembre de 2011 12:00 AM

Ahora veremos el tema de Windows Update, una de las características importantes de Windows 7 que permite bajar las actualizaciones que pueden evitar o corregir problemas, y además optimizar el funcionamiento del equipo. Igualmente, lo referente al ocultamiento de aquellas que no vamos a instalar.
Antes de seguir adelante, hay que hacer claridad sobre el término actualización. En inglés se usa el término “Upgrade” para referirse a la actualización de una versión inferior a una superior -por ejemplo de Windows 7 Home Basic a Ultimate-. En cambio, cuando se habla de actualizar los componentes críticos del sistema se utiliza “Update”. Así que hablaremos de actualizar en este último sentido.
Esto no es nada nuevo, ya que partiendo de la base de que no hay un sistema operativo que esté completamente libre de errores la manera más fácil de corregirlos es mediante la aplicación de parches -en inglés “patch”-. Incluso, en algunos casos se necesitó de una nueva versión del producto, como el caso de Windows 3.1 que tuvo la versión gratuita de Windows 3.11, con parches para subsanar algunas fallas.
Pero posteriormente, con el lanzamiento de Windows 98, se introdujo el concepto de Windows Update como un servicio que permitía -mediante un control ActiveX- bajar los parches desde el sitio Web de Microsoft. Con Windows ME se incluyó Automatic Update,  una forma automática de hacer más fácil la búsqueda de actualizaciones. Y con Windows XP se ampliaron las actualizaciones a otros productos de Microsoft, como el Office.
Cuando se instala Windows 7, una de las primeras preguntas es cómo queremos configurar la instalación de las actualizaciones. Los usuarios tenemos tres alternativas. Una, de bajarlas e instalarlas. Dos, de bajarlas y avisarnos antes de la instalación. Y tres, de no bajar las actualizaciones.
Es lógico pensar que si los sistemas operativos contienen errores que se son detectados por los usuarios, lo mejor es instalar todas las actualizaciones de forma automática. Pero hay casos específicos en los que hay que ser prudentes, tal como sucede con el paquete de idiomas que permite cambiar el lenguaje del sistema, ya que si se instalarán todos ocuparían un espacio de almacenamiento innecesario.
Por ello, se recomienda utilizar la opción de bajar las actualizaciones, pero que seamos nosotros quienes decidamos cuáles instalar. Entonces, cada vez que hay actualizaciones disponibles se nos mostrará un mensaje de advertencia en la barra de tareas, y si le damos clic se abrirá la ventana de Windows Update con las dos categorías de actualizaciones, las importantes y las opcionales.
Cuando no queremos instalar una actualización, simplemente no la marcamos. Pero si además también deseamos esconderla para que no se muestre en la lista, basta con dar clic derecho sobre ella y seleccionar la opción “Ocultar actualización”. Cuando se trata de varias, las seleccionamos arrastrando el puntero, damos clic derecho sobre cualquier parte de la selección y marcamos “Ocultar actualizaciones”. 
Finalmente, no es recomendable dejar de instalar las actualizaciones -por lo menos las importantes-, ya que a veces por perjuicios infundados dejamos de disfrutar de un sistema operativo más estable.

*Ex gerente Caja Agraria, catedrático, especialista en audiovisuales.

crismatt@gmail.com

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