Columna


Windows 7 (122)

CARLOS CRISMATT MOUTHON

12 de mayo de 2012 12:00 AM

CARLOS CRISMATT MOUTHON

12 de mayo de 2012 12:00 AM

Una utilidad remozada en Windows 7 es el WordPad, el procesador de palabras que nos acompaña desde Windows 95. Fue muy poco usado, ya que sus funciones eran limitadas, pero ahora puede servir para reemplazar a Word en algunos casos.
Vale la pena iniciar por diferenciar entre editor de texto y procesador de texto, para entender un poco la evolución de estas herramientas. Desde MS-DOS se ha usado el nombre de editor de textos para referirse a las utilidades que manejan texto sin formato, es decir documentos de texto plano. El primer intento fue “Edit”, un pequeño comando de MS-DOS que se usaba para modificar los archivos de sistema “Autoexec.bat” y “Config.sys”. Después -a partir de Windows 95-, se cambió por el “Bloc de Notas” -o “Notepad” por su nombre en inglés-.
En cuanto al procesador de texto -o también de “palabras”-, hace un manejo enriquecido del texto, lo que quiere decir que se pueden modificar algunas características del documento, como en el texto, en el párrafo y en el formato de página, entre otros. Su representante más conocido es Word, aunque la verdad es que éste estaba en pañales cuando ya en el MS-DOS se utilizaban leyendas como Word Perfect y Word Star. El Word apareció por primera vez en 1989 a la par con Windows 1.0 -la primera interfaz gráfica sobre MS-DOS-, pero su popularidad creció con la versión 3.1 y se consolidó a partir de Windows 95.
En 1989 también se lanzó la suite de Microsoft Office -que comprendía Word, Excel y Power Point-, con el argumento de hacer los costos más asequibles a los usuarios ya que así cada producto costaba menos que por separado. Sin embargo, hasta la fecha el valor de la suite no permite su compra a vastos sectores de las economías emergentes, por lo que pronto se puso a la venta una versión simplificada llamada Microsoft Works, que incluía un procesador de texto y una hoja de cálculo con base de datos. Pero esta iniciativa no cuajó -a pesar de sacar al final una versión gratis con publicidad-.
Pues bien, paralela a esta historia comercial, en el desarrollo de la interfaz gráfica de Windows también se introdujo una utilidad llamada Writer, que trabajaba con texto enriquecido pero sin las prestaciones de Word. Y con la llegada de Windows 95 también aterrizó WordPad -el heredero de Writer-, pero que por su parecido a un editor de texto se mantuvo en la sombra en Windows 98, SE, ME, XP y Vista, es decir todo un récord.
Pero ahora merece destacarse la “empeluchada” que le dieron a WordPad con el uso del mismo Ribbon de Office -la cinta que reemplaza el menú-, la inserción de imágenes, el zoom, el resaltado y el manejo de archivos “.docx”, entre otros. Aunque no puede compararse con Word ni con otros procesadores gratuitos como el de la suite LibreOffice, sus mejoras nos pueden sacar de apuros cuando aún no hemos instalado el Office, o cuando no lo hemos podido comprar.
Hay un dato que todos conocemos, pero al cual no le paramos bolas. Sólo una minoría utiliza la mayoría de las funcionalidades de los sistemas operativos y de las suites ofimáticas. Así que al abrir WordPad en la ruta “Inicio / Todos los programas / Accesorios”, a lo mejor la sorpresa es que tenemos el mejor sustituto de Word para nuestras necesidades.

*Ex gerente Caja Agraria, catedrático, especialista en audiovisuales.

crismatt@gmail.com

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