Columna


¡Son los políticos, estúpido!

AP

12 de abril de 2012 12:00 AM

CRISTO GARCÍA TAPIA

12 de abril de 2012 12:00 AM

Con airada complacencia, he leído un texto de Francesco Boldizzoni, profesor en las universidades de Cambridge, Gran Bretaña, y Turín, Italia, en el cual expone su juicio crítico, por demás tendencioso, sobre los economistas. Y los agrede de manera tal, que ya no es la historia la víctima de aquellos, como él afirma, y sí los economistas los condenados sumariamente.
Y como si sus pergaminos lo habilitaran para descalificar a quienes profesan ciencias y teorías diferentes de la suya, postula que cuanto de malo está sobreviniendo a las economías capitalistas desarrolladas, es obra de los economistas que, repite con pedantería pueril, “siempre parecen mirar hacia otros paisajes”.
Expresión nada original del profesor italiano, pues desde los albores de la profesión ha sido muletilla de uso facilista y macarrónico por políticos y ventrílocuos para descalificar o sacarse el clavo de los economistas.
Eso de venir a predicar acerca de que las “nuevas narrativas del pasado compatibles con las ideas neoliberales dominantes” son invento de los economistas, tiene tanto de largo como de ancho. Y de vago y presuntuoso.
Y más de corto en la visión de Boldizzoni, para quien la Historia, ¡pobrecita!, es víctima de la “agresión” de los economistas quienes, además, la tienen sometida y vilipendiada y la han reemplazado por la Economía en el estudio e interpretación de los fenómenos sociales, terreno sagrado de aquella. Y, por tanto, intocable para otras ciencias.
Ni eso es cierto, ni los economistas andan ocupados en lo que nadie les ha pedido. Por el contrario, son ellos quienes tienen la perspectiva más inmediata, objetiva y acertada de los problemas que gravitan sobre la sociedad, el individuo como agente económico y el Estado como regulador, cuando le da la gana, de las relaciones que se establecen entre los eslabones de esa gran cadena que es el mercado.
Otra cosa es que los políticos, que son quienes detentan el poder y el gobierno, atiendan y pongan en práctica las teorías y recomendaciones de los economistas, las cuales, cuando son tenidas en cuenta y desarrolladas por aquellos en sus escenarios, las naciones, siempre dan resultados positivos y conducen al bienestar de la sociedad, que es el fin altruista perseguido por la para Boldizzoni “disciplina miserable” que es la Economía.
Y por si se requiriera de casos ilustrativos con resultados comprobados, el “Estado de bienestar” que recorrió la Europa de la postguerra no vino a ser sino proposición de economistas, lord Keynes, entre otros, implementada por políticos, que los hay, inteligentes.
Del mismo modo que el New Deal, estatización de las inversiones para producir pleno empleo y dinamizar la economía de su país, de Franklin D. Roosevelt, es otra prueba irrefutable del acierto de los economistas, signore Boldizzoni.
Y como lo ideológico es insoslayable, otro lloriqueo de Boldizzoni contra los economistas, que se asome a Marx y sus pronósticos acerca de las sucesivas y recurrentes crisis del capitalismo, para que compruebe cómo las predicciones de los economistas son categóricas y positivas
Entre tanto, es de pensar que el profesor Boldizzoni no ignora que, como en el amor la mujer, en la dirección y gobierno de las naciones, los economistas proponen, pero son los políticos quienes disponen, deciden y mandan.

*Poeta

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@CristoGarciaTap

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