Con la educación a cuestas

Regresar a clases puede convertirse en una tortura para muchos estudiantes, no precisamente por las clases y el aprendizaje intenso, el peso de este martirio radica en sus morrales. Cada mañana, los infantes se ven enfrentados a tolerar sobre sus espaldas la carga de su educación, pues por lo regular deben llevar a cuestas un sinnúmero de libros donde se cuentan el de cada materia, un diccionario, en otros casos una Biblia y los respectivos cuadernos. De estos últimos, se puede agregar que la moda los tocó y ahora ostentan un empastado llamativo y consistente, pero igualmente pesado. Dependiendo del día, el peso del morral puede variar, pues si toca alguna asignatura especial, las toallas, otra camiseta y hasta otro calzado, hacen parte del equipaje para esa jornada académica. Según indica el doctor Carlos Mario González, para un niño cargar cada día el morral durante el año escolar, superando siempre el 10% al 15% de su peso corporal, puede generar a parte de cansancio, graves daños en su columna vertebral. El exceso de peso de los morrales, que generalmente supera el recomendado por organizaciones y autoridades que han legislado sobre el tema, está asociado a contracturas musculares, dolor en cuello, hombro y espalda, producidos por la constante tensión de los músculos al cargar el excesivo peso. Esto podría traer consigo procesos degenerativos a nivel de estructuras, por ejemplo la columna vertebral, ocasionando importantes trastornos patológicos como escoliosis, cifosis que son desviaciones anatómicas de la columna vertebral, pero peor aún podrían presentarse espondilólisis, donde el proceso degenerativo no sólo involucra los discos vertebrales, sino los nervios que surgen entre ellos. Cabe agregar que no sólo la columna vertebral sufre este trastorno, otras articulaciones como la muñeca, los codos y los hombros también la pueden sufrir por rodar los pesados morrales cuando estos tienen ruedas, advierte el doctor González. Estos daños irreversibles en algunos casos no son notorios inmediatamente, su padecimiento se empieza a notar en la edad adulta. Problemas posteriores Uno de los padecimientos a que se enfrentarán los niños más adelante es la espondilólisis, una fractura en la columna que puede ser tratada con medicamentos. El peso de los morrales obliga a los niños a inclinarse hacia delante, torciendo los hombros y tomando una postura inadecuada. De otra parte, las correas de los morrales pueden originar presión en los músculos del cuello y hombros, causando daños en los nervios de esta zona. Recomendaciones Más que para los padres de familia, las recomendaciones van dirigidas a las instituciones educativas y serían: Organizar mejor los horarios de clases considerando el volumen de los libros o útiles escolares que se requieran para cada área. Estudiar la posibilidad de utilizar los libros de la biblioteca del colegio en horas académicas y los libros de los estudiantes, sólo para realizar las actividades en casa, entre otras.