Pensar que llegó a Chile cuestionado, con fama de jugador problemático.
El técnico Ricardo Gareca fue muy criticado por convocar a Christian Cueva para la Copa América a pesar de los problemas que había tenido el jugador con su club Alianza Lima. Perú, sin embargo, sobrevivió a un grupo durísimo y el volante es la revelación del torneo, el nuevo rostro de un equipo que vino de relleno pero está mostrando un potencial enorme, asomando incluso como favorito para avanzar a las semifinales a costa de Bolivia.
"Cuevita", como le dicen al pequeño mediocampista de 23 años, de 1,69 metros y 61 kilos, dijo presente apenas comenzado el torneo, anotándole un gol a Brasil a los tres minutos de juego en un partido que los peruanos terminaron perdiendo 2-1. Su rendimiento fue creciendo con cada partido, fue figura en el triunfo 1-0 sobre Venezuela por la segunda fecha y el domingo se comió la cancha en el empate 0-0 ante Colombia que selló la clasificación peruana.
Su habilidad y atrevimiento enloquecieron a la defensa colombiana y, sobre todo, a Juan Cuadrado, con quien tuvo un duelo aparte en la franja izquierda. No solo desequilibró en ataque, sino que también colaboró con el lateral Juan Vargas en la defensa, despojando varias veces del balón al mediocampista del Chelsea, quien se vio muy frustrado y casi se hace expulsar por pegarle a Cueva.
"Por mi banda no vi nada", expresó Vargas al reconocer el aporte de Cueva en la marca. "Conozco a Cuadrado y sé cómo se mueve. Ayer hicimos un gran partido táctico, muy cerradito".
Cueva mostró no solo sus condiciones técnicas sino gran madurez para ver el partido, manejar los ritmos y estar siempre en el sitio justo, atacando con sorpresa y sin descuidar las labores defensivas.
La imagen que está transmitiendo Cueva contrasta con la fama de jugador conflictivo con que llegó a Chile. Cueva había tenido graves problemas con el técnico de Alianza Lima Guillermo Sanguinetti, quien hace poco lo acusó de "faltarle el respeto al cuerpo técnico y a sus compañeros" con algunas actitudes. Poco antes de venir a Chile insultó a un árbitro y también se peleó no hace mucho con un aficionado tras un partido de la Copa Libertadores. Además, tiene tendencia a subir de peso.
"Christian Cueva: ¿solución o problema para la selección?", tituló el diario limeño El Comercio una nota de fines de mayo.
El comportamiento del volante, sin embargo, ha sido impecable en la Copa y ha mantenido la compostura a pesar de que le han pegado bastante. Su estado físico, por otro lado, parece excelente.
Cueva declaró que "es tan importante atacar como defender. Gareca y todo su comando tiene que ver mucho con mi accionar. Les agradezco a ellos por mi crecimiento. La confianza del técnico me ha ayudado mucho".
"No sé si seré la revelación, pero por mi selección siempre voy a dar todo, con humildad y con mucho trabajo", añadió.
Cueva no es el único que ha impresionado en Perú, un equipo que le está sacando jugo a jugadores de gran trayectoria internacional como Paolo Guerrero (Flamengo), Claudo Pizarro (Bayern de Múnich), Vargas (Fiorentina), Jefferson Farfán (Schalke 04) y Carlos Zambrano (Eintracht de Francfort), así como a otros del medio local, incluidos Carlos Ascues (Melgar), Joel Sánchez (Universidad de San Martín), Carlos Lobatón y Josepmir Ballón, ambos de Sporting Cristal.
El gran dilema de Gareca de cara al duelo del jueves con Bolivia en Temuco será cómo reemplazar a la dupla de Sporting, pues tanto Lobatón como Ballón, quienes han sido dos bastiones del mediocampo, están suspendidos por doble amonestación.
"Los muchachos están respondiendo todos. Podemos perder algunos, pero podemos contar con otros que están trabajando bien", declaró Gareca, quien acotó que Cueva y Ascues, también de 23 años, son "jugadores de primer nivel".
