La alegría o tristeza solo llegaría 90 minutos después

Carlos Caballero
TEMUCO, CHILE
22 de Junio de 2015 02:13 am

Y otra vez eramos locales. En el Germán Becker de Temuco, una nueva ola de hinchas colombianos se hizo presente para apoyar a la Selección Colombia en la búsqueda del cupo a los cuartos de final en la Copa América de Chile.

Nos sentimos como en casa, el amarillo, azul y rojo, desde muy temprano, se observó en cada una de las calles, situadas cerca de este bellísimo escenario, con capacidad para unos 18 mil espectadores.

No importó el frío, ni precisamente que ayer mismo se le diera la bienvenida al inverno en Chile. Hubo cambio de estación en este país, pero no de la mentalidad de los colombianos, aquellos que llegaron con mucho entusiasmo a apoyar a los pupilos de José Pékerman.

Ya adentro del estadio, una gran energía positiva se sentía en las tribunas, en donde otra vez las matemáticas daban como ganador al equipo de la 12 de Colombia. Esa afición ya iba ganando 1-0, pues del rojo y blanco, colores que identifican a Perú, era muy poco lo que había.

Una gran cantidad de chilenos situados en las tribunas también estaban con el equipo de Ospina, James, Cuadrado, Falcao y compañía.

El marco era maravilloso y una vez la Selección salió a la cancha un fuerte aplauso se escuchó, entonces las banderas colombianas se hondearon una y otra vez y el grito de "Colombia, Colombia, Colombia" se escuchó en toda Suramérica. El himno nacional fue cantado a todo el pulmón y de inmediato el cántico de "ole, ole, ole, ola que mi Colombia va a ganar".

Y de repente se escuchó un coro de "somos, somos peruanos y esta tarde tenemos que ganar...". Entonces, casi de inmediato, los silbidos de los colombianos silenciaron a ese grupito del equipo rival que quería hacer la fiesta. Eso hizo que la barra de Colombia alentara y apoyara más cada acción de juego.

La pierna de los peruanos era fuerte. Sánchez y Cuadrado fueron al piso en acciones violentas y ahí enseguida apareció la afición para corear su sus apellidos y animarlos a seguir en pie de batalla.

Y en la cancha un par de acciones de Falcao y Armero hicieron levantar a los colombianos de las tribunas, así como también dos desviados remates del peruano Paolo Guerrero. No fue emocionante el primer tiempo, entonces la fiesta había quedado armada para el complemento. 12 mil 231 espectadores estarían esperando cantar goles en la segunda mitad.

Pero no fue así, el partido tampoco sería bueno en la segunda parte, Colombia no encontraría la llave para abrir la puerta que lo llevara directo a los goles.

Los minutos pasaron y el público colombiano entró en el desespero, ese que observó más en los últimos minutos, cuando el partido expiraba y Colombia no podía anotar el gol de la clasificación.

Terminó el partido sin goles. Los peruanos, con cuatro puntos, celebran su paso a cuartos, mientras que los colombianos se ponían en manos de Brasil y Venezuela, que jugarían minutos después y de empatar le sellarían el tiquete a los colombianos de vuelta para su país.

Había optimismo en algunos hinchas que confiaban en Brasil y su historia, mientras que otros creían que no habría juego limpio y el amarillo y verde jugaría para clasificar junto a Venezuela y Perú, todos con cuatro unidades, a la próxima ronda. Mientras que a Colombia, con los mismos cuatro, pero menor gol diferencia no le alcanzaría.

Entonces quedaba claro que se debían esperar 90 minutos más de un juego y que al término del mismo vendría la confirmación de la tristeza o la aparición de la alegría de los colombianos.