Santiago, en el corazón de Chile

Carlos Caballero
EL UNIVERSAL
3 de Julio de 2015 09:10 am

Santiago, capital de Chile, es una ciudad cosmopolita, habitada y frecuentada por personas de diversos orígenes y culturas, más  por estos días de esta Copa América que mañana llegará a su final.

Ahí, sus habitantes están pendientes de su trabajo, del día a día, poco conversan con los demás, algunos suelen ser groseros. Sí. Así como lo leen, hay poco sentido de amabilidad en la mayoría de los chilenos. 

Sus calles permanecen llenas a todo momento, algo propio de una ciudad desarrollada y con una economía fuerte y que muestra a  la capital, como lo que es, el principal nervio de Chile.

En temas de la movilidad, Santiago tiene como principal vehículo para mostrar el Metro, ese servicio que es de mucha utilidad para sus visitantes y con el que atraviesas la ciudad de punta a punta en muy poco tiempo y a un costo de 750 pesos chilenos (3 mil pesos colombianos).

Realmente es muy bueno el servicio del Metro, en el que en distancias largas los usuarios ahorran tiempo y dinero. Ese medio de transporte sí que me sirvió para no gastar tanta plata en traslados. Eso sí,  al regresar ayer a Cartagena me recibieron  tres trancones, cada uno de 25 minutos, lo que muestra las serias distancias entre Santiago y La Heroica en la movilidad.

Y les sigo contando. Aunque no se siente, la contaminación que hay en el ambiente  de Santiago, termina dejando el cutis sucio, como un trabajador que termina trabajos en una obra en demolición. Sí. Así.   La mejor prueba era salir a las calles y en los próximos 20 minutos enjuagarse la cara para ver el gris del agua como resultado final. Así, mugroso,  quedaba yo todos los días, por eso lavarme  la cara varias veces era una rutina más que obligada.   

Pero Santiago, amén de esto último, es mucho más. Sobre todo por sus sitios, la belleza de los mismos que fascinan a todo aquel que la visita. Entonces, el buen momento que vives, el nuevo sitio que conoces, todo lo que encierra el mismo, se lleva toda la atención. En ese momento eres testigo de una gran experiencia, elevas los ojos al cielo y agradeces a Dios por una nueva oportunidad que te da en la vida para seguir conocer lindos lugares.  

LUGARES PARA IR

Hay algunos sitios que hacen parte de la historia de Santiago a los que nos puedes dejar de ir. El Palacio de La Moneda es uno de ellos. Es el edificio presidencial, situado en  el propio centro de Santiago,  construido en 1785 por el arquitecto Joaquín Toesca.  Al visitarlo puedes recorrer su planta baja, patios y diversos salones, entre los cuales figuran la emblemática habitación donde murió el ex presidente Salvador Allende. Esa foto es casi infaltable.

Por ahí cerca, la Plaza de las Armas, mantiene una agitada actividad durante todo el día. Esta  zona se caracteriza por su gran concentración de iglesias e inmuebles patrimoniales de los siglos XVIII y XIX. También hay variedad de sitios para tomarse algo y realizar una buena tertulia. 

Su vida bohemia y colección de inmuebles patrimoniales, una vibrante área de la ciudad que tiene como telón de fondo el enorme Cerro San Cristóbal y entre sus antiguas construcciones el Museo La Chascona, casa del famoso poeta Pablo Neruda, también puede convertirse en un buen plan. 

Pero si lo que quiere es algo de más sabor para la rumba, entonces los Patios de  Bellavista se destacan su variada oferta de lugares donde comer y bailar. Esta es la verdadera zona rosa de Santiago.

Y si de comer más barato se trata, el Mercado Central es una gran opción en cuanto a calidad y buen precio. Es algo así como un “Sanandrecito”, en el que se puede encontrar comida chilena, peruana, colombiana y mexicana, entre otras.  Hay variedad. Es muy frecuentada por todos. A mí me gustó. 

Pero como a Chile se le conoce por los vinos también es una gran opción conocer sus viñas. La Viña Cousiño en la Capital es una de las más conocidas.  Fue fundada en 1856, en un sector que comprende 120 hectáreas, que se convierte en una joya escondida en el sector oriente de la ciudad. Aquellos que no quieran alejarse de la ciudad siempre terminan aquí.

Dicen que Santiago es una de las ciudades más visitadas en el mundo. A mí me agradó, bastante costosa eso sí, pero rica en lugares hermosos y muy interesantes.