La estrategia de Colombia

Germán Mendoza Diago
CARTAGENA
1 de Junio de 2016 12:51 pm

La eliminación de la Selección de la Copa América de Chile 2015 muestra a los futbolistas que por mucho optimismo que se tenga, si no sé es realista no se logran las metas. La Selección, históricamente, siempre tendió a ser defensiva y los entrenadores hasta el ‘Bolillo’ Gómez tendieron a privilegiar a los volantes y a los defensas, por encima de los delanteros, eso quiso hacerse en Chile, pero se jugó como si los otros equipos fueran minusválidos.

Y aunque Pékerman es el principal responsable del éxito de Brasil, también lo es del fracaso en Chile, por no ser realista y saber con quién contaba.

El entrenador de un equipo de fútbol requiere de una mentalidad táctica pues en un partido no se permiten los pasos en falso y todos esperaban milagros, tras el excelente desempeño en el Mundial.

¿En qué consiste la táctica del argentino? ¿Cómo cambió Colombia para llegar a ser un equipo de la élite regional?

Para José Néstor Pékerman, director técnico de la Selección Colombia, las cosas son muy claras. No son suficientes los conocimientos en el juego, sino que sabe combinar la psicología con la buena administración para llevar al equipo a unos cuartos de final en un Mundial de 2014.

Los elementos de la buena dirección técnica de Pékerman son: formación de jóvenes talentos, de manera que el equipo siempre pueda renovarse y al mismo tiempo permite moldearlos y pulirlos.

Trabajo en equipo, en el que no sirven los buenos jugadores si no hay una comunicación entre ellos. Donde los jugadores se entienden pueden hacer más por el conjunto. Están más enfocados al resultado. Es un asunto de todos.

Enfocarse en lo que debe hacer cada jugador. De esa manera no se duplican esfuerzos y se reconoce el talento.

Aprender de los errores. El desempeño equivocado en la Copa América de Chile le servirá a Pékerman para el éxito en EE. UU. Confianza y creer. Se necesita un técnico que esté convencido de lo que hace, que dé confianza al equipo, que los convenza de que basta querer con devoción una cosa para obtenerla.

No hablar demasiado. En lugar de eso debe hacerse. Los resultados son la mejor presentación.