Una cosa es con violín y otra con guitarra

Carlos Caballero
Enviado Especial El Universal - Houston, Texas
22 de Junio de 2016 11:16 am

Claro que un violín suena más bonito que una guitarra. El fútbol también admite ese tipo de análisis. Y eso fue lo que pasó con Colombia en la derrota 3-2 ante Costa Rica, en la Copa América Centenario que se realiza en los Estados Unidos.

Con los titulares, Colombia es una cosa y con los suplentes es otra. Eso pasa en todos los equipos del mundo, por eso hay  once jugadores titulares o de primera línea y otros que sirven de recambio.

Juan Guillermo Cuadrado, en rueda de prensa,  dijo: “en la selección todos somos titulares”. Eso es carreta, mentira, quedó demostrado ante Costa Rica. Señores: Colombia tiene un buen once titular y  dos o tres cambios de primer nivel.

No es para ahogarse en un vaso de agua por lo sucedido ante Costa Rica. Simplemente ese es un mensaje que indica que, después de los titulares,  no tenemos la gran maravilla de suplentes.

Ya clasificamos, se vienen los cuartos de final. Pékerman  tiene claro quienes son sus titulares, aquellos que con el violín tocan bonito e ilusionan a los colombianos.

Pero hay que decirle a Pékerman una cosa: se le fue la liebre profe. Entendemos que lo hizo pensando en darle descanso a los inicialistas porque en torneos cortos el desgaste que se hace es muchísimo, además para evitar más amarillas o rojas que dejaran por fuera de los cuartos a algunos titulares. Sin embargo, profe esa no era la manera.

Diez cambios en la formación inicialista raya en lo impensable. Es mucho.  Con dos, tres, hasta cuatro suplentes, rodeados de la base titular, otro cuento hubiera sido ante Costa Rica.

Bueno, ya eso pasó. Ahora, a ponerle el pecho a la brisa, de las malas decisiones también se aprende. En el fútbol, como en todos los deportes, una cosa es con violín y otra con guitarra…