'Antes del fuego', la nueva producción de la directora colombiana Laura Mora, es una película que desde la ficción, aborda el tema del holocausto del Palacio de Justicia, que el próximo mes de noviembre cumple tres décadas.
Mora, conocida por su co-dirección junto a Carlos Moreno en la serie para Caracol Televisión 'Escobar, el patrón del mal', aborda uno de los temas más dolorosos de la historia de Colombia, la toma y retoma del Palacio de Justicia, uno de los acontecimientos que cambió el rumbo de la historia política del país.
Los hechos son contados desde las vidas del abogado y periodista Arturo Mendoza, que es encarnado por Luis Fernando Hoyos, y el personaje de Milena Bedoya, representada por Mónica Lopera, quien es hija de una de las empleadas de la cafetería del Palacio de Justicia y estudiante de periodismo.
La vida de los dos personajes principales se une 19 días antes de los hechos del 6 de noviembre de 1985, y con el formato clásico de Triller, la directora antioqueña trata de llamar la atención de los colombianos, de su memoria y de los mismos actores del conflicto nacional.
El trabajo de Mora fue realizado con el guión de Mauricio Cuervo, en donde se muestra una de las teorías de la tragedia de la retención de 350 personas, entre las que se contaban magistrados, consejeros de Estado, funcionarios judiciales, visitantes y empleados, que tras dos días terminó con la muerte de 98 personas y 11 desaparecidos.
El proyecto cinematográfico obligó a un trabajo de investigación de varios meses y de 'viajes en el tiempo', entre el Productor General y Director de Fotografía, Alessandro Angulo; la Productora Ejecutiva, Diana Camargo; y el guionista Mauricio Cuervo, quienes acudieron a la bibliografía, documentales y material de archivo para consolidar el filme en una hora y 22 minutos, que llegará a las pantallas el próximo 6 de agosto.
“Esta propuesta llegó y se atravesó en mi vida hace un año, que es más allá que contar la toma en si y el fuego, me pareció más interesante contarla desde que sucedió antes, contar el tema del país y las teorías alrededor y me gustaba mucho el tema, incluso cuándo hice ese capitulo en Escobar, fue uno de mis favoritos y tuve mucha suerte de contar con estos actores y con todos los que quisieron participar”, explicó Mora.
Aunque no hubo reunión con las victimas, se estudiaron las historias e investigaciones alrededor que señalan que los eventos pudieron haberse evitado.
“Hay muchos testimonios dolorosos y estamos partiendo de allí, no solo para la historia sino para entender el clima político y abordar el tema, vendrán muchos más trabajo al respecto, este tema da para mucho y tiene que darlo, nosotros trabajamos mucho en la búsqueda y creación de las locaciones y fue todo un reto hacerlo, pero siempre serán bien recibidos”, agregó.
Sobre los nuevos espectadores que no vivieron la época y que se aproximan a conocer la historia del país, Mora enfatizó en que casi que para ellos está dada, pues “creo que esta película es para toda una generación que no conoce del tema, ni ve como los actores del conflicto y los personajes pueden ser los mismos hoy, pero yo quiero ser positiva y pensar en que hemos aprendido, porque vengo de un país, de una ciudad que ha sido muy afectada y porque mi generación no conoce lo que es vivir en paz y esperamos que todo sea mejor”.
A su turno, Luis Fernando Hoyos explicó que el reto es representar hechos que existieron y que se mantienen al día de hoy. “El argumento nació del Movimiento Guerrillero 19 de Abril, M-19, que con el argumento de hacer un juicio político al presidente Belisario Betancour y con eso se hace este documento, que es muy importante para el cine nacional, el poder contar parte de la historia que no ha cambiado para ver si logramos cambiar y avanzar”.
Según Hoyos, es vital que el cine y las producciones nacionales recuerden estos momentos históricos, “es estar recordándonos los errores para salir de ellos, estamos pasando por momentos similares y quizá peores, lo que necesitamos es hablarles a las personas que están involucradas y los colombianos, estamos cansados de vivir lo mismo y es momento de poner marcha adelante, pero todo el país debe hacerlo, todo para todos y hay que salir adelante, pero en serio”.
La historia paralelamente explora la relación que se teje entre Mendoza y Bedoya, aprovechando la relación de complicidad entre Mónica y Luis Fernando, que a pesar de estar en Londres y en Nueva York lograron contextualizarse y prepararse.
Las etapas de preproducción, rodaje y postproducción tomaron cerca de ocho meses y el rodaje se hizo en 18 días en cerca de 30 locaciones, en su mayoría en el centro de Bogotá, con un equipo compuesto por 40 personas.
A Luis Fernando Hoyos y Mónica Lopera se sumaron los talentos de Christian Tappan, Juan Ángel, Julio Pachón, Jairo Camargo, Víctor Hugo Morant, Nicolás Cancino, Fernando Lara, Fernando Arévalo, Gerardo Calero, Andrés Castañeda, Manuel Busquets y Carmenza Cossio.
Para Mónica Lopera la personificación es un proceso propio y de valor histórico para las futuras generaciones. “El proceso ha sido muy interesante y distinto a todo lo que he hecho, no ha terminado y este personaje generó en mi todo lo que se quiere dejar en el espectador, fue una creación intensa, con ensayos y sesiones largas y dolorosas un trabajo casi tan fuerte como el que se ve en toda la película”, dijo la actriz.
Sobre la película señaló que “abre la posibilidad de pensar y de dialogar, de analizar y de no olvidar, este homenaje a lo duro y las victimas, porque no podemos olvidar esto, por eso la historia está abierta, porque cada uno toma lo que quiere y lo interpreta”, explicó Lopera.
La película llegará a las salas de cine nacional el próximo 6 de agosto y en tres meses se cumplirán 30 años del Holocausto del Palacio de Justicia, sobre el cuál no se tienen certezas.
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