El Comité de Revitalización de las Fiestas de la Independencia convoca a diversos actores a celebrar el 11 de Noviembre.
Las Fiestas de la Independencia de Cartagena afinan y fortalecen sus propósitos y su pacto social, en el que participan más de 140 instituciones de la ciudad.
Lograr que las Fiestas de la Independencia de Cartagena, con más de dos siglos de arraigo, sean declaradas Patrimonio Cultural e Inmaterial de la nación no es un fin, sino un camino permanente para su protección e integración ciudadana, ha expresado Gina Ruz Rojas y Alfonso Arce, voceros del Comité de Revitalización creado en 2004.
El Ministerio de Cultura dio su aval para postularlo a la lista del Patrimonio, pero el reto mayor es preservarlo en un plan constante de salvaguarda de sus propios valores.
Hay tres aspectos de las fiestas que son básicas en este proceso de inclusión social, según el profesor e investigador Alfonso Arce: “El sujeto celebrante es aquella colectividad que realiza la fiesta y la dota de significados, en cuyo interior los grupos o individuos desempeñan funciones específicas de carácter organizativo o ceremonial. El Objeto celebrado se entiende el ser o acontecimiento que es evocado por ritos o símbolos. La fiesta se puede estudiar como un universo que comprende un sujeto que festeja y un objeto de celebración”.
Las Fiestas de la Independencia de Cartagena reafirman que la fecha más importante de la ciudad es el 11 de Noviembre, en el que los cartageneros tomaron las riendas de su destino histórico, después de trescientos de dominio español.
“Creemos que las iniciativas privadas y públicas pueden coexistir en el equilibrio concertado de la celebración tradicional, que aporte a lo histórico, que dignifique lo popular y no sea subalterno de esa heredad”, precisa Alfonso Arce.
El Comité de Revitalización de las Fiestas ha establecido encuentros con todos los actores ciudadanos, empresas, instituciones y clubes sociales para que se sumen a la celebración histórica. Las Reinas de la Independencia, por su parte, han sido preparadas para que sean depositarias de memoria cultural. Difiere la simbología de las coronas de las reinas populares con las coronas del reinado nacional que preservan los símbolos coloniales, pero el Comité es respetuoso de las diferencias y busca que en la celebración histórica todos puedan aportar sentido de pertenencia colectiva.
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