El teatro es siempre el límite entre las realidades que fecundan las más grandes ficciones, o la ficciones enriquecidas con las realidades.
El Teatro Estudio de Bolívar presenta a las 7 de esta noche en el Centro Cultural San Lázaro, en el auditorio La Caja, la obra El limbo, el péndulo y el carrusel, “un espectáculo donde la necesidad y la inocencia fecundan en la imaginación de un niño sin familia, un hijo de la luna, del desamparo y el peligro. El Limbo es un payaso que coquetea desde el lugar donde descansan los sueños que nunca fueron grandes, el Péndulo son las vibraciones del alma o de ese pájaro que ya no está, pero divaga entre las sombras. El Carrusel es su memoria”.
Ricardo Muñoz y Ruby del Rosario Marrugo Ortega trabajaron en este texto que fue enriquecido con una experiencia común en un centro comercial de Cartagena, con tres niños escapados de una fundación. Los niños querían irse para otra fundación en Turbaco, pero ningún bus los llevaba a su destino. Uno de ellos deja entrever su hambre, y Ricardo le ofrece una empanada que el niño comparte con dos de sus amigos de fuga. Ese es el comienzo que aterriza la ficción a la realidad teatral. Uno de los niños está de cumpleaños y los actores al conocer la historia de la fuga, los llevan a su casa, celebran el cumpleaños, pero los devuelven a la fundación de donde habían escapado, pero en la madrugada escapan y se quedan en la terraza de la casa del director teatral.
Recrear una realidad de los niños de la calle más allá de toda ficción, fue el desafío de Ricardo y Ruby Marrugo Ortega, quien escenifica esta obra.
El montaje cierra la jornada internacional de Estudios Teatrales del Caribe, promovido por la Institución Universitaria Bellas Artes (Unibac), con el apoyo de la Galería del Pueblo. Esta jornada teatral ha contado con cinco talleristas internacionales: Willy Pinto, María Luisa Zela (Teatro Magüey de Lima), Juan Carlos Agudelo (Teatro del Silencio de Bogotá), Patricia Gutiérrez Vanegas (Cali) y Alma Rosa Martín Suárez (México).
La actriz Ruby Marrugo Ortega en escena logra encarnar el drama y la poesía de esta historia de los niños de la calle, bajo la sabia dirección de Ricardo Muñoz, dramaturgo cubano quien dirige el programa de Artes Escénicas en Unibac.
El teatro es siempre un milagro en el vórtice del delirio y el encantamiento. Bajo la luz y la sombra pendulan los espíritus.
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