La pasión por la historia ha llevado al investigador Francisco Hernando Muñoz Atuesta, a encontrar los secretos de los documentos entre el ataque del inglés Vernon a Cartagena en 1741, y el triunfo y defensa de Blas de Lezo. Su libro Diarios de ofensa y defensa, va para la tercera edición y ha tenido una respuesta positiva de la crítica nacional e internacional.
Encontró en cuatro años de indagación , unos legajos “que tuve la fortuna de ubicar en España, en el Archivo del Parlamento Vasco en ciudad Vitoria, con una buena cantidad de cartas personales de don Blas de Lezo que van desde 1722 hasta 1740, documentos que en su mayor parte se encuentran deteriorados y su transcripción, estoy seguro, me hizo cambiar la graduación de mis anteojos”.
“En este mismo archivo están también un par de bitácoras de puño y letra de don Blas de Lezo, de 1721 y 1722, en las cuales podemos conocerle un poco más como ser humano; y un detalle muy importante, don Blas de Lezo era un hombre muy valiente, pero consiente de sus capacidades, es decir: valiente, sí; pero tonto, no”.
¿En qué instante de su vida empezó a investigar sobre el Ataque de Vernon a Cartagena en 1741?
-Desde 2012 que terminé de escribir mi anterior libro “Cartagena de Indias. Compilación histórica” el cual documenta con lujo de detalles el Asedio de Morillo a Cartagena de Indias en 1815, aportando desconocidos episodios de la apasionante historia de nuestra Independencia, y cómo en 1818 pretendieron un grupo de nobles cartageneros emigrados al Caribe el 6 de diciembre de 1815, recuperar nuestra Ciudad de manos españolas, conformando en Europa una expedición formidable para lograr ver nuevamente nuestra bandera tremolando sobre las murallas de Cartagena; y la manera tan infame como esa nobleiniciativa fue frustrada por el gobierno venezolano de la época, arrancándonos a los hijos de Cartagena el legítimo derecho que teníamos de luchar por nuestro suelo patrio.
¿Qué hecho desconocido y revelador encontró en el diario de Blas de Lezo?
-El manuscrito contiene la versión de don Blas, la que es parte fundamental de la historia, pero las revelaciones se aprecian al unirlo a los demás diarios y los diversos documentos de la época, que nos muestran la cantidad de dificultades que tuvo, y ante todo, su gran capacidad como estratega militar. En la investigación sobresalen sus grandes valores y nos permite conocer su valiosa esencia como ser humano, de la que antes no teníamos mayor noticia; era un hombre noble, buen amigo, esposo, padre; y ante todo un gran guerrero, leal a su Nación y a su amado Rey.
¿Qué dato curioso y oculto, encontró en el diario de Vernon?
-En la investigación está la vida de este gran Almirante, y todos los antecedentes que motivaron el ataque a estos territorios, y la influencia que tuvo este Oficial en aquella expedición cuando manifestó su visión ante el Almirantazgo, que determinaron no solo que se hiciera lo que él decía, sino que fuese él mismo quien la liderara; lo que motivó su ascenso inmediato de Capitán a Vicealmirante. En la obra puede apreciar el lector el inmenso esfuerzo que realizó Inglaterra, las causas y terribles consecuencias que trajo sobre esa Nación su realización, acercándonos al gran precio que pagaron en su fatal empresa, por situaciones colaterales ajenas al enfrentamiento militar, las que minaron desde sus inicios una victoria garantizada; pues como dice el mismo don Blas de Lezo, “el triunfo de las Armas españolas solo se debe atribuir a la Misericordia Divina”, ya que si él no hubiera estado en Cartagena de Indias, los ingleses con solo dos fragatas de 50 cañones la habrían tomado cuando la atacaron por vez primera en 1740.
En el libro se documenta como los ingleses habían traído la peste del tifo en sus navíos, la que les causó miles de muertes antes de siquiera llegar a nuestras costas, así como la gran importancia que tuvo el fallecimiento en diciembre de 1740 en la isla de la Dominica del general Cathcart, y cómo al haber quedado el mando de las fuerzas inglesas de tierra en manos de un general inexperto como Wentworth, inclinaron la balanza en favor de España. Sin dejar de considerar en ningún momento la magistral defensa que realizó don Blas de Lezo en Bocachica, así como la del Virrey Eslava en el castillo de San Felipe.
¿Qué ocultó Blas de Lezo a la historia, qué ocultó Vernon a los suyos?
-Ellos directamente no ocultaron nada, más bien la historia ha estado un poco incompleta. Tradicionalmente se afirma que el Rey inglés prohibió que se escribiera sobre el fracaso de sus Armas en Cartagena de Indias, lo cual es absolutamente falso, como lo comprueban los escritos ingleses que van en la obra, algunos de los cuales fueron publicados en Londres en 1743.
Lo que realmente ocurrió fue que el primer ministro inglés sir Robert Walpole, trató por su propia conveniencia política que ese fracaso no se difundiera, lo que logró parcialmente en aquella época.
Qué privilegia a la hora de seleccionar los documentos?
-Para el compilador, naturalmente su origen y autenticidad, los que son garantizados por los fondos documentales que los conservan.
Qué piensa de aquellos colombianos y cartageneros en particular que creen y sienten a puerta cerrada que hubiera sido preferible haber sido invadidos por ingleses que por españoles?
-Es respetable el ejercicio, pero inútil. Es muy importante que conozcamos nuestra verdadera historia, los procesos qué como pueblo hemos sufrido y la manera en que estos han afectado nuestro camino hasta hoy; para así no cometer los mismos errores y avanzar en la dirección correcta; ya que si ignoramos de dónde venimos, mucho menos vamos a saber para dónde vamos.
¿Qué piensa de algunos historiadores que en los 200 años del Sitio de Morillo, han salido a defender al sitiador que dejó un reguero de más de 6 mil muertos en 105 días?
A consecuencias como esta nos ha llevado el hecho de no tener la Historia como materia en los colegios; y hemos dejado extraviar de manera irresponsable este valioso pilar. Es más, siendo Cartagena una ciudad tan llena de ella debe ser materia obligada, y que cada uno de nosotros sea un embajador. Pero tocaría quitarle todo el maquillaje que tiene.
Éticamente hablando en qué posición debe estar el historiador ante una verdad histórica que puede ser manipulada y tergiversada?
Pienso que un verdadero historiador está obligado a consignar sus fuentes al pie de sus afirmaciones, dando así certeza de no estar manipulando o tergiversando los hechos.
Vemos que a veces la historia cae en otro género que es la “historia novelada” donde no se dan citas puntuales y casi siempre lo que sucede es que el autor ha tomado una publicación que tiene 100 años o más, de los que en ese tiempo si investigaron, y llena los vacíos que necesita con su imaginación.Esto sirve para la difusión agradable de algunos hechos pero es trascendental la importancia de tener una Academia de la Historia fortalecida, que cuente con recursos para poder dirigir o avalar lo que sobre historia de Cartagena se publique. Y podríamos en cierta forma comprender que hoy no se escriba sobre nuestra historia con el rigor que reclama el tema, o que lo que se investigue vaya dirigido a un sector especializado, haciendo aburrido para el común su lectura y aprendizaje. Pero si buscamos con establecimientos como nuestra Academia de la Historia, y la Universidad de Cartagena, entre otras, se podrían sacar series impresas, o en documentales u otras herramientas de difusión, que den a conocer nuestra verdadera historia, la cual no solo es apasionante y heroica, sino que en su esencia nos mostrará quienes somos y de que estamos hechos. Y que en realidad como termina el poema “A mi ciudad nativa” de nuestro querido poeta Luis Carlos López, estamos lejos en Cartagena de ser calificados como “una caterva de vencejos”.
¿Cuál ha sido hasta hoy la crítica más feroz que ha recibido como historiador?
Seguramente las habrá, pero no conozco la primera. En el par de publicaciones que tengo hechas he cuidado de revelar con rigor mis fuentes, y como en ellas, para bien o para mal, se modifican ciertos hechos o se develan unos nuevos, esto las hace “exóticas” y quizás atrevidas, pero es la historia, que puedo hacer.
¿Cuántos años de indagación y selección le deparó esta nueva publicación “Diarios de Ofensa y Defensa”?
Un poco más de tres años; pero como antes afirmé, es la labor de toda mi vida como aficionado a la historia, ya que en el libro van muchos documentos que localicé en diferentes épocas.
Epílogo
El historiador ha ido tras la tumba de Blas de Lezo. Y promueve la conmemoración del holocausto del Sitio de Morillo en 1815.
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