Se cumple la cuarta edición del Mompox Jazz Festival. Los pobladores de esta joya histórica y arquitectónica que hace parte del departamento del Bolívar, han empezado a sentir la diferencia.
Tras una larga época en la que el turismo descendió, en la que sólo aventureros con mochila al hombro estaban dispuestos a viajes que superaban las ocho horas de trayecto, los propios bolivarenses han sido los primeros en retornar a esta fotogénica población, aunque falta mucho por hacer.
Durante los últimos cinco años se ha intensificado el proceso de recuperación de su belleza arquitectónica, la cual continúa su camino y, año a año, quienes ya son fieles asistentes al Mompox Jazz Festival, han notado la transformación, cada vez más amble para sus pobladores como para los visitantes.
Aunque los trabajos, en su gran mayoría liderados por el Ministerio de Cultura, se venían desarrollando desde mucho antes del inicio del festival, en el 2012 era notorio que en su casco histórico, que es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco, se encontraban muchas casonas a punto de la ruina total.
Muchos momposinos debieron abandonarlas ante la falta de recursos para mantenerlas, y como suele suceder en ciudades patrimonio del mundo, personas de otras partes del país y extranjeros, adquirieron inmuebles a muy bajos costos, que ahora han vuelto a recobrar todo su valor.
La mayor parte de estas casonas han recobrado su brillo, convirtiéndose en pequeños hoteles, que van desde los agradables y cómodos hostales, hasta hoteles boutiques que ofrecen el servicio de SPA.
Por ese camino va el Hostal Doña Manuela, el cual ha estado cerrado en los últimos tres años, para que esta casona, una de las más grandes del casco histórico y construida en el siglo XVII, no sólo contara nuevamente con su belleza, también que pudiera contar con todos los servicios de la hotelería de alto nivel.
La restauración ya es un hecho, pero ahora se abrirá el proceso para seleccionar el operador hotelero que reúna todas las condiciones para operarlo, por lo que se espera que su reapertura sea el próximo año.
La ampliación de su pista aérea ha permitido que el tráfico de turistas por vía aérea se incremente, aunque aún faltan importantes inversiones para que el aeropuerto cuente con las condiciones necesarias para contar con vuelos comerciales, entre Cartagena, Bogotá y otras ciudades del país.
Pero es el momposino el primero que disfruta del festival. Este viernes, en su primer día y antes de la velada musical, por las calles de esta histórica ciudad se podían ver a los músicos tocando e improvisando, como lo dictan los cánones del jazz, melodías para compartirlas con los transeúntes, los vendedores ambulantes, estudiantes que salían del colegio, así como los turistas que apenas empezaban a llegar.
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