Cultural


El legado Roda vuelve al Museo Nacional

COLPRENSA

10 de abril de 2014 10:00 AM

Hace once años falleció Juan Antonio Roda, un hombre que nació en Valencia, pasó Barcelona en tiempos de Guerra Civil y Segunda Guerra Mundial, en París en Posguerra, y 48 años de su vida los pasó en Colombia, donde realizó lo más importante de su producción artística.

“Yo hago una pintura no-figurativa pero no abstracta… No me gusta que sea totalmente abstracta, me gusta que sea viva”, dijo alguna vez el maestro Juan Antonio Roda, y esto se podrá apreciar en esta nueva exposición temporal, donde el público podrá apreciar el legado Roda.

'Roda, su poesía visual' forma parte del programa Homenajes Nacionales del Museo Nacional de Colombia, una línea de exposiciones de los grandes maestros del arte colombiano, con la que se busca exaltar el trabajo de creadores que han hecho valiosos aportes a la historia del arte nacional.

Por medio de diferentes series de pinturas, grabados y dibujos realizados entre 1954 y 2003, se evidencian la búsqueda y los logros alcanzados por Roda en el desarrollo de un lenguaje a la vez poético y auténtico.

Poético en el sentido de lograr que el lenguaje de líneas, colores, texturas, capas y tonalidades evoque por sí mismo múltiples sensaciones, emociones y asociaciones, y auténtico en la medida en que mediante dicho lenguaje expresa su propio mundo afectivo y perceptivo, que admite la coexistencia de polaridades como razón-emoción, azar-control, estructura-desorden, alegría-tristeza y fealdad-belleza.


POR SERIES

La muestra se divide en cuatro secciones, en las que se pueden apreciar momentos determinantes de la obra artística de Roda.

Buscando claves en la historia europea y en las superficies del cuadro es la primera sección, en la que se presenta la etapa inicial de la obra de Roda, que se empieza a definir en la década de los cincuenta, inicialmente en París y luego a su llegada a Bogotá.

Allí se puede identificar elementos que alejan el trabajo de Roda de una reproducción fiel de la realidad para concentrarse en la realidad misma del cuadro, a la vez que el artista explora la capacidad expresiva de las superficies –los pigmentos, las texturas, las líneas, las incisiones, las manchas de color–.

Incidiendo en el metal y en la condición humana presenta las series de grabados elaboradas por Roda durante los años setenta permiten reconocer su constante interés por pasiones humanas como el poder, la mística, el sexo, y la definición de la identidad propia.

Adentrándose en la naturaleza y el paisaje, Roda aplicó un nuevo lenguaje –de planos de color, formas orgánicas y un espacio geométrico– a temas relacionados con la naturaleza y el paisaje. Estos trabajos involucran no sólo la naturaleza física, sino también la geografía humana y la historia, consistentemente 'filtradas' por el artista.

En 'Sumergiéndose en la pintura y en las profundidades', la luz creada por medios pictóricos se convirtió en el eje de sus últimas series. De un estilo pictórico que 'salía' hacia el espectador confrontándolo con manchas superpuestas de color, texturas matéricas y grafismos, pasó a otro en su etapa madura que invita al espectador a 'entrar' en la obra y sumergirse en la imagen.

En este recorrido se destaca una selección de autorretratos que da cuenta de su proceso creativo, y adicionalmente se destina un espacio dedicado a la vida personal del artista, en el que se incluyen entrevistas y retratos de sus familiares más cercanos, realizados por Roda a lo largo de su carrera. 

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