Fue el primero en llegar a Macondo. Nació en Aracataca en 1917 y fotografió al árbol mítico de su coterráneo Gabriel José de la Concordia, cuando aún no era tan famoso que había que señalarlo con el dedo. Pero el mundo pasó por sus ojos y fue elegido por innumerables instantes históricos, paisajes, encuentros humanos, personajes de la humanidad y episodios que su pupila atrapó con su curiosidad inagotable.
Leo Matiz (1917-1998) fue testigo del 9 de abril de 1948, en el que fue asesinado su amigo Jorge Eliécer Gaitán, con quien tenía una cita para almorzar a las dos de la tarde, junto a Fidel Castro y Rómulo Betancourt. Fue testigo de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, y testigo del nacimiento de la toma del poder de Fidel Castro en Cuba en 1959. Pero mucho antes, entre 1941 y 1943, en México, descubrió a María Félix, con quien tuvo una relación amorosa, le hizo 168 fotografías a Frida Kahlo, registró la vida de los muralistas mexicanos: A Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, quien utilizó muchas de sus fotografías para algunos de sus célebres murales y obras de arte. Siqueiros le quemó el estudio a Leo Matiz cuando éste le reclamó. Y el fotógrafo salió de México.
El año de Matiz
La Fundación Leo Matiz que preside su hija Alejandra Matiz está dirigida por el Licenciado Román Sánchez Fernández, y tiene su sede en Coyoacán, México, en una inmensa casa de cuatrocientos metros.
“Para abril de 2017 se ha previsto una retrospectiva de cerca de doscientas fotografías de Leo Matiz en el Palacio de Bellas Artes, la edición de un libro “Los ojos del tiempo”, publicado por el Fondo de Cultura Económica. El homenaje busca consagrar a Leo Matiz como un ícono artístico, una memoria del mundo. y un visionario y activista que tendió puentes entre Colombia y México desde su llegada en 1941”, precisa Román Sánchez Fernández, director de la Fundación Leo Matiz en México.
Por otra parte, la fundación ha propuesta al Ministerio de Cultura de Colombia declarar y celebrar el Año Leo Matiz en 2017, con diversos actos y exposiciones y celebraciones en su natal Aracataca.
“Matiz fue constructor de su destino desde que llegó a México, porque su retorno es la celebración de sus cien años en 2017”, señala Sánchez Fernández.
Si se revisa el arte colombiano de principios de siglo, la fotografía La red/Pavo real del mar (1939), de Leo Matiz es un aporte artístico. La red atrapa simultáneamente al mar y al cielo. La luz y el instante de esa imagen son únicos en el arte nacional.
Alejandra Matiz confiesa que desde niña empezó su trabajo de restauradora y vigía de la obra de su padre, cuando siendo niña hizo una comida sobre unos cuadros que él tenía en su recién abierta galería de arte.
“Mi padre era tierno y recio a la vez. Se casó siete veces, no perdió jamás su curiosidad por el arte hasta el final de su vida, y siempre tenía lista su cámara para descubrir nuevos enfoques a la realidad y al mundo que le rodeaba”.
“Macondo visto por Leo Matiz”, publicado por Semana Libros, se presentó en la Feria del Libro de Bogotá en 2015, y es una bella edición que anticipa el mundo del demiurgo de Macondo.
El lente de Matiz, ícono de la fotografía, recorrió el mundo, el Medio Oriente, fue un visionario de episodios de la historia que hoy desanudan encrucijadas, como el fin de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Cuba y el sendero de búsqueda de paz del conflicto armado en Colombia.
Una pupila abierta al infinito.
la mirada infinita
Leo Matiz fue condecorado por el gobierno francés como Caballero de las Artes y las Letras en 1995. Recibió el premio Filo D´Argento en Florencia, Italia, y el gobierno de Colombia le rindió homenaje en 1988. El lente de Matiz recorrió el mundo, estableciendo amistad con personajes del mundo: retrató a Frida Kahlo, Luis Buñuel, León Trotsky, Pablo Neruda, Porfirio Barba Jacob, María Félix, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Fidel Castro, Jorge Eliécer Gaitán, entre otros, pero retrató pueblos, niños, mujeres, ciudades, periferias, volcanes y revoluciones.
La Fundación Leo Matiz nació en 1998 para preservar la obra de Leo Matiz, uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. Cuenta con una colección de 117.516 negativos y transparencias.
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