Hay lágrimas debajo de las marimondas del Carnaval de Barranquilla.
¿Quién no ha escuchado la nostálgica voz de Nelson Henríquez cantando “Mi Vieja Barranquilla”,“Carnaval de mi curramba”,“Pa’ Barranquilla”, “Muchacha de 15”?
Esa voz inolvidable que arrastra la memoria de los afectos populares, se apagó ayer a sus 70 años en Miami, víctima de un cáncer de pulmón. El cantante Nelson Henríquez (Maracaibo, 27 de enero de 1944), era un Rey de la música Tropical y una figura entrañable para el Caribe y Colombia.
Barranquilla considera a Nelson Henríquez como uno de sus entrañables Hijos Adoptivos. No solo porque vivió allí muchos años sino porque cantó e interpretó piezas inolvidables del repertorio popular de Esthercita Forero que alude a Barranquilla y Colombia. Estuvo vinculado a Barranquilla afectivamente. Se casó con una barranquillera y ganó en varias oportunidades el Congo de Oro en sus Festivales de Orquesta. Nelson Henríquez fue homenajeado en 2012 en el Carnaval de las Artes, entrevistado por el periodista y escritor Ernesto Mccausland.
Sus discos de Oro y Platino enriquecen el patrimonioo emocional de los colombianos. Su intensa e exitosa vida musical de más de cuarenta años le permitió recorrer innumerables países de América Latina y el mundo. Se recuerda también por sus extraordinarias canciones como “Recuerdos del Magdalena”, “Fiesta en la bahía”, “Nube Viajera”, “Tu despedida”, “Festival Vallenato”, “El pergamino”, “Tu recuerdo”, “La cometa”, y “Quisiera y no quisiera”,“Relatos de Macondo”, “A Medellín”, entre cuarenta álbumes grabados. Escucharlo es volver a revivir tiempos únicos e irrepetibles.
Un artista precoz
Nacido en en Maracaibo (Venezuela) grabó a sus 16 años con el Súper Combo Tropical. Más tarde se vinculó a Billo’s Caracas Boys como cantando boleros. Integró la orquesta de Chucho Sanoja, la orquesta La Playa y en 1970 “Nelson Henríquez y su Combo”, que acogió la música popular colombiana: vallenatos, cumbias y porros. Siempre reconoció que Colombia había sido el país que lo había acogido y lo había lanzado al mundo y lo había convertido en uno de sus hijos. Sus canciones hicieron bailar a las últimas cuatro generaciones de colombianos. Resuena en el alma canciones que rinden homenaje al país en sus regiones: “Festival Vallenato”, “Fiesta caleña” , “Para la capital de la Montaña”.
La muerte lo sorprendió cuando visitaba a su hijo en Miami. La música tropical de América Latina está de luto.
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