Hoy estuve en una unidad de chismes intensivos”, dijo con humor el escritor Óscar Collazos (Bahía Solano, 1942), a quien dieron por muerto las redes sociales y diversos medios de comunicación, desde el mediodía de ayer.
El equívoco encadenado surgió cuando el diario El Tiempo se apresuró a dar por muerto al gran periodista escritor, quien permanecía en cuidados intensivos.
La nota del periódico atribuye la noticia al gran periodista Juan Gossaín, quien hasta el momento no ha respondido a la supuesta declaración que ha generado una serie de mensajes polarizados en diversos sectores de la opinión pública.
Lúcido, con una sonrisa en los labios y levantando un brazo, Collazos tuvo una mejoría inusitada al atardecer y salió de Cuidados Intensivos. Junto a su esposa Ximena Rojas, el escritor esperaba la llegada desde España, de su hija Laya. Su estado de salud, a pesar de que es estable, es delicado. Collazos está conectado a un respirador artificial.
El escritor ha estado hospitalizado desde hacía días en la Clínica Cardioinfantil de Bogotá, diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Desde que supo su diagnóstico en 2014, Collazos emprendió una larga e intensa batalla. No ha dejado de escribir y dictar sus columnas de opinión. La más reciente la publicó en El Universal, y trató sobre las elecciones, y hace quince días, sobre García Márquez.
Enfrentado a la dura batalla contra la adversidad de una enfermedad, Collazos tiene una fortaleza interior admirable, y una aguerrida dignidad que enfrenta los sordos poderes de la muerte. Escribe aún una nueva novela que tiene como escenario a Cartagena de Indias. Collazos ha logrado transmutar en sus novelas, las realidades sociales de violencia, marginalidad, desplazamiento, prostitución de la ciudad. Recordemos su novela Rencor (2006), su reportaje periodístico Cartagena en la olla podrida (2001), Desplazados del futuro (2003), sus novelas Señor sombra (2009), En la laguna más profunda(2011), Tierra quemada (2013). Sus últimas obras periodísticas y literarias las ha escrito en Cartagena.
Los mensajes de Twitter
A las 4 y 55 de la tarde, se conocieron varios mensajes atribuidos al escritor, dirigidos a Juan Gossaín:
“Juan Gossain decidió matarme antes de hora. Esas son las fuentes que embriagan”, “No hay nadie más peligroso que un periodista sin micrófono… A Juan Gossaín le hizo daño Macondo”, entre otros.
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