La fiesta en Soplaviento se extendió hasta la madrugada. Ni la falta de alumbrado público apagó la alegría de locales y foráneos que coreaban con emoción las cumbias y merengues en el escenario.
Con el himno de Soplaviento, en la interpretación de la banda marcial de los estudiantes del Liceo del Dique, empezó el segundo día del Primer Festival Nacional de Gaitas en el municipio.
Hasta este pueblo con vena artística llegaron fanáticos de Villanueva, Santa Rosa, Arenal, Cartagena, Barranquilla e incluso de Chile, Francia y México.
“Es un orgullo saber que este primer festival tiene una acogida impresionante. Lo mejor que podemos hacer por Catalino Parra es acompañarlo y disfrutar de su música”, expresó Manuel Lozano, director técnico de cultura de ICULTUR.
Al son de la Costa Caribe
Alma de tambó fue el primer grupo en tarima. Les siguió Guardianes del Folclor de San Estanislao de Kostka (Arenal) y Golpe Seco de Cartagena. Gaitas y Tambores de San Jacinto también hizo vibrar al público, que recibió desde Barranquilla al grupo Tambó.
Desde Sahagún estuvieron Trapiche de Colomboy, a la cabeza del músico y artesano Elver Álvarez, quienes tocaron el tema ‘El tigre’ con la denominada gaita corta, utilizada con frecuencia en los pueblos de Córdoba.
Hombres y mujeres de todas las edades bailaron emocionados la cumbia del maestro Juan Chuchita y disfrutaron con la corta presencia en tarima del homenajeado, Catalino Parra y Sixto “Paíto”, una generación de gaiteros le abrió el camino a la gaita en todo el mundo y son considerados hijos ilustres de los pueblos del Caribe.
Queda claro que en Soplaviento la gaita se canta y se baila con orgullo.
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