Los violines suenan ahora frente al mar. En los rostros de estos muchachos que apenas salieron de la infancia, hay una música que empezó temprano y se quedó a vivir para siempre dentro de ellos, como una melodía secreta que ha tallado con paciencia y obstinación un destino.
Los siete jóvenes culminan sus estudios de bachillerato en tres instituciones educativas de Cartagena, y han sido escogidos en una convocatoria de la Fundación Tocando Puertas, para participar en talleres de verano en la Universidad de Virginia y presentarse en la Richmond Symphony Orchestra y University Of Tampa.
Se trata de los jóvenes violinistas cartageneros Greisy Londoño, de 11 Grado del Colegio Inem; Sebastián Rincón, de 10 Grado de la Institución Educativa Nuevo Bosque; Kris Hernández, de 11 Grado del Colegio Inem; Daniela Castro, de 11 Grado de la Institución Educativa Nuevo Bosque; Lenin Martínez, de 10 Grado del Colegio Inem; Blas Thorrens, de 10 Grado de Alter Alteres y Gabriela Durán, de 9 Grado de la Institución Nuestra Señora de Fátima, quien a diferencia del todo el grupo, toca la viola.
Dos de ellos: Greisy Londoño que ya ha ido dos veces a Estados Unidos, y Lenin Martínez que ya fue una vez, fueron solicitados por la Universidad de Tampa para que mostraran el trabajo excelente que realizan en la Orquesta Infantil y Juvenil del Distrito, que dirige el Profesor José Gregorio Quintero. La delegación musical viajará el 17 de junio y permanecerá 17 días en los Estados Unidos.
Lenin Martínez dice que todo parecía inalcanzable y confiesa que compartir escenarios con los jóvenes músicos norteamericanos le permitió descubrir que la clave de todo es la disciplina y la vocación musical. Greisy dice que en cada viaje se convence que lo suyo es el violín.
Los dos viajes sintetizan experiencias humanas y artísticas, intercambio de conocimientos. El profesor José Gregorio Quintero dice desconcertado de que “es increíble que el apoyo a este esfuerzo provenga de un par de mujeres gestoras y ejemplares, pero que sea la gente de afuera la que valore un trabajo artístico del talento local.
Todo se ha hecho con las uñas y con instrumentos prestados, y bajo mi batuta ya tengo un centenar de niños y jóvenes que participan de la Orquesta Infantil y Juvenil del Distrito.
El mayor orgullo es saber que uno de mis alumnos esté dando conciertos en la Universidad de Harvard. La música es una salida y una solución a los problemas de desestabilidad de jóvenes en la ciudad. Es el mejor camino para el uso positivo del tiempo libre y una alternativa para disipar y acabar con el germen del pandillismo”.
Detrás de este esfuerzo liderado por Evelia Margarita González Porto y María del Rosario Piñeros, hay instituciones que hacen posible el sueño de estos jóvenes: la Embajada de EE.UU. que recientemente donó instrumentos a los jóvenes músicos cartageneros, el Hotel Sofitel Santa Clara, Richmond Symphony Orchestra y U. de Tampa, Richard Hoskins, entre otros.
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