Alberto Llerena me dice que no quiere irse de este mundo sin lograr crear para la ciudad, una Biblioteca Teatral que contenga toda la memoria del teatro local, nacional y mundial, para las nuevas generaciones de actores y directores.
La primera piedra de este sueño son sus 2 mil libros que ha atesorado en más de medio siglo, y resumen lo mejor del teatro universal y regional.
“Entregaría todo lo que tengo a esta iniciativa y lo realizaría en el lugar donde me lo permitan, en un espacio de Cartagena, en donde pueda coincidir todo el teatro griego, inglés, la comedia francesa, todo Shakespeare, García Lorca, Ibsen, Moliere, lo básico, y el teatro cartagenero de Régulo Ahumada, Judith Porto, Jaime Díaz Quintero, Alberto Sierra, Luis Enrique Pachón, entre otros, y las fotos que recuerden los hitos escénicos d ela ciudad desde el siglo XX o mucho antes, hasta hoy. Y esta biblioteca, ojalá con auditorio, tendría una fototeca especializada en teatro, máscaras, etc”.
La voz de Alberto tiene la nostalgia de quien ha visto la ciudad dentro y fuera de los palcos del antiguo Teatro Heredia, hoy Adolfo Mejía. “Desde mis nueve años vi pasar la vida de esta ciudad en ese teatro”, me dice. “Me gusta ver desde muy arriba todo lo que pasa en escena. Desde la platea no vemos a los actores de cuerpo entero”.
Desde que era un estudiante del Liceo de Bolívar, Alberto ya estaba poseído por el teatro. Su profesor de química Guillermo Puente descubrió que su alumno no estaba leyendo química sino una obra de teatro, oculta en los papeles de la clase. “Mi clase es de química, pero yo te seguiré regalando libros de teatro”, le dijo su profesor, cuando supo que aquel era el destino de Alberto Llerena.
En la ceremonia de graduación de 1961, Llerena sorprendió a sus compañeros con su obra “Con la espalda al sol”, escrita por él, pero dirigida por Carlos Alíes. “Era una obra que ha desaprecido, pero trataba sobre el conflicto de la tierra y el drama social de los campesinos que siempre me ha preocupado”.
El teatro de Llerena
“Teatro”, un extraordinario libro de 137 páginas, publicado por el Fondo Editorial de Unibac, reúne seis obras dramáticas de Alberto Llerena: “Pesadilla para un desván cualquiera”, “La carcajada del diablo”, “La visita”, “Malena de noche”, “Casa de muertos” y “Un extraño cadáver color malva”, obras antológicas del teatro del Caribe que pueden figurar por su calidad, en una antología del teatro colombiano.
Tienen humor negro, sentido poético, manejo magistral de los diálogos y una atmósfera que el crítico Gilberto Martínez, director de la Casa de Teatro de Medellín, califica de “alucinante”, capaz de atraparnos, seducirnos y llevarnos a una “dimensión desconocida y conmovedora”.
Le digo a Alberto, alma discreta y sensible, que este es el comienzo de un diálogo que empezó hace muchos años. El 14 de noviembre cumplirá 71 años, pero es el teatro la fuente cotidiana que lo mantiene con un alma joven. Espero que su sueño de crear la biblioteca teatral, tenga resonancia más allá del sector cultural, y sea el puente hacia una política pública en Cartagena.
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