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Los temas ‘espinosos’ tienen su propia agenda en la Cumbre de las Américas

		
CALI, COLOMBIA COLPRENSA – EL PAÍS

Aunque no son temas que de forma oficial estarán en la discusión de los presidentes, la atención se centra en la lucha contra las drogas, la presencia de Cuba y la soberanía de Malvinas.

Más allá de que la Cumbre de las Américas tenga unos objetivos oficiales como seguridad, medio ambiente e infraestructura, para los analistas es claro que parte del éxito del evento dependerá de la discusión de los llamados temas sensibles.

Entre otras cosas porque es la primera vez que los países latinoamericanos llegan al evento continental con una agenda tan independiente de los intereses y las posiciones de Estados Unidos y promoviendo la discusión sobre la participación de Cuba en futuras cumbres, la soberanía de las islas Malvinas y la política antidrogas.

Para los analistas el simple hecho de que se discuta la despenalización de la droga ya será un gran logró en el evento que organiza Colombia, que junto a México y los países centroamericanos han liderado la revisión de la fracasada política que se ha implementado en ese campo desde hace 40 años.

El general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur del Ejército de EE.UU., reconoció esta semana que por Centroamérica pasa el 80% de la droga que llega a EE.UU. y que sólo logran incautar el 33% de las cargas. 

Emilio Viano, de Asuntos políticos de la Universidad Americana de Washington, le dijo a El País que era de esperarse que Colombia, México y los demás países de Centroamérica lideraran esta discusión porque son los que “están poniendo la cifra de muertos y pueden verse socavados por la creciente influencia del crimen organizado porque la guerra contra el narcotráfico no está funcionando”.

“Esto demuestra el poder creciente de los países de América Latina, que le exigen a EE.UU. entrar en este tipo de discusión, que antes podía vetar fácilmente el Gobierno norteamericano, pero la ecuación del poder ha cambiado porque Latinoamérica encontró socios comerciales como China e India y ya no depende tanto de EE.UU.”, dijo.

La cifra de muertos en países como México, 50.000 en diez años, relacionados con las drogas, explican la necesidad de cambiar la estrategia de lucha contra el narcotráfico.

La ausencia del régimen de Cuba

La solicitud que han hecho los gobiernos de varios países de que esta sea la última Cumbre a la que no asista delegación de Cuba, plantea un desafío a los preceptos democráticos de la Carta Interamericana.

Mientras los llamados países progresistas de América Latina se comprometieron a llevar a discusión la posibilidad de que Cuba asista a las reuniones presidenciales, Estados Unidos, Canadá y Costa Rica han señalado abiertamente que un régimen “autoritario” no puede tener asiento en un foro democrático.

El propio presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió que es irónico que haya gobiernos que demanden democracia y libertad y “crean que Cuba debe ser la excepción”.

Pero si hoy Cuba no tiene asiento en Cartagena ha sido por decisión suya. La OEA aprobó en el 2009 levantar la sanción contra el régimen castrista y permitir su ingreso al seno de la organización, pero la Isla se negó a tramitar la petición formal de ingreso.

Roberto Izurieta, analista de la Universidad George Washington aseguró que a estos eventos sólo deben asistir los países democráticos.

“Cuba es un gran país y en el momento en que entre en la arena democrática será una contribución enorme tenerla, pero si abrimos la puerta a la Isla con el argumento de que todos los gobiernos son representativos aunque no sean democráticos, se sentaría un precedente muy peligroso”, manifestó Izurieta.

Contrario a él se mostró Emilio Viano, de la Universidad Americana, al indicar que el mejor camino es invitar a Cuba a cumbres.

“Si rechazamos a los Castro, les damos la mejor excusa para negarse a más reformas y más transparencia porque se escudarán en que EE.UU. es su enemigo”, dijo.

Por ahora, todo apunta a que el tema Cuba impedirá que haya una declaración final.

El exasesor presidencial José Obdulio Gaviria indicó que esa estrategia no debe ser la de legalizar. “El país que debemos mirar como laboratorio es Holanda, que tuvo una política permisiva y hoy la está recogiendo. España hizo lo mismo y se expandió el consumo. No es posible considerar que la droga se expenda libremente y simplemente se cargue con un impuesto”.

Aunque el secretario General de la OEA, Jose Miguel Insulsa, señaló que EE.UU. es “reticente” a discutir este tema, el presidente de Guatemala, Otto Pérez, dijo que “el consumo y la producción deben ser legalizados, pero dentro de ciertos límites y condiciones; no una legalización sin control”.

Las islas Malvinas

Pese al respaldo que espera recibir Argentina en esta Cumbre, sobre la lucha que sostiene con Reino Unido por la Soberanía de las islas Malvinas, es probable que el tema ni siquiera se llegue a tratar en Cartagena.

Aunque el canciller argentino, Héctor Timerman, y la presidenta, Cristina Fernández, han logrado gran respaldo de casi todas las delegaciones a sus reclamos, este el tema ‘espinoso’ que menos resultados puede generar.

La razón: el Gobierno Británico no hace parte de este foro y, según los analistas, Estados Unidos y otros países de la región no tienen ningún interés de entrar en diferencias con Londres.

No obstante, a su llegada a Cartagena, el presidente Evo Morales, señaló: “Espero que EE.UU. se sume a decir que las islas Malvinas son de Argentina, porque las Malvinas son de América”.

Desde 1833 las islas Malvinas, o Falkland para los ingleses, son colonia británica y a comienzos de mes se celebraron 30 años de la guerra entre Argentina y Reino Unido por su soberanía.

El embajador de Reino Unido en Colombia, John Dew, le dijo a El País que no son dueños de las Falkland. “Las islas son de los nativos y es primordial su derecho a la autodeterminación”.