Deimer Morelos, el joven beisbolista que vio frustrado el sueño de llegar a un equipo de las Grandes Ligas luego de perder parte de su pierna derecha en un incidente con un grupo de policías, aún espera que esta institución cumpla todas las promesas que le hicieron al frente de las cámaras del programa Séptimo Día, de Caracol.
Luis Morelos, padre de esta promesa del pitcheo que con tan solo 17 años lanzaba a 90 mph, denunció que a pesar de que el mismo comandante de la Policía, General Rodolfo Palomino, se comprometió a darle una prótesis deportiva para que siguiera con sus sueños, no ha recibido nada de lo acordado, pero sí fue amedrentado por uno de los uniformados vinculados a la investigación por este hecho de abuso policial.
“El 10 de diciembre fuimos una vez más a Bogotá con la esperanza de que le entregaran la prótesis de uso cotidiano y le tomaran medidas para la deportiva. Para no alargarme mucho, solo diré que nos dieron mil excusas y nos devolvieron a Cartagena con las manos vacías. Se imaginará el viaje de regreso, caras largas y un Deimer inconsolable”, señaló Luis Morelos.
SE VOLVIERON A VER
El 3 de diciembre, luego de un juego en el estadio 11 de Noviembre entre los Tigres de Cartagena y los Leones de Montería, Deimer se volvió a ver frente a frente con uno de los policías investigados por el ataque a bala en su contra.
Según le narró este joven deportista a Q’hubo, una vez fue identificado por el patrullero, este lo amedrentó con su arma de dotación sin que ninguno de los policías que lo acompañaban hicieran nada por defenderlo.
“Cada vez que veo a un policía me da un ataque nervioso, pienso que me harán lo mismo. Ese día fui al partido con un amigo porque me invitó Ernesto Frieri. Cuando se acabó el juego salí del estadio y un grupo de policías nos detuvo para requisarnos. Entre ellos estaba el patrullero Genaro David Cardona Cordero, que apenas me identificó se me lanzó encima con su arma de dotación. Mi amigo se le atravesó y yo salí corriendo con las muletas hasta que logré parar una moto. Ese día lloré mucho. Tenía miedo. Lo que más rabia me dio es que todos los policías se reían al verme correr asustado. Ese hecho marcó el inicio del diciembre más triste de mi vida”, narró Deimer sobre lo sucedido ese día.
UN DICIEMBRE EN LÁGRIMAS
Luego de este aterrador encuentro y el viaje infructuoso a Bogotá, las fiestas decembrinas de Deimer estuvieron cargadas de nostalgia y esperanzas que parecían apagadas hasta hace poco.
Durante Navidad y Año Nuevo, la familia Morelos tuvo que ser testigo del llanto del joven lanzador que, encerrado en su habitación para que nadie lo viera, despidió el que considera como el peor año de su vida, y recibió un 2015 en el que espera se cumplan algunos deseos como justicia, reparación, prótesis deportiva, volver al béisbol, y convertirse en el mejor lanzador paralímpico del mundo.
“Frieri me regaló unos tenis para que me los estrenara en Navidad, pero verme sin pie y sin mi prótesis me deprimió demasiado. Me encerré en el cuarto con mi papá y lloré hasta que me quedé dormido. Esto no es nada fácil, pero confío en el poder de Dios”, finalizó Deimer, mientras esperaba que le terminaran los acabados de una prótesis que pagó su EPS, luego de que la Policía incumpliera con la extremidad deportiva que sueña tener para volver a pararse sobre el montículo de un campo de béisbol.
APRENDIENDO A CAMINAR
Gracias a la intervención de un congresista cartagenero, Deimer consiguió que su EPS le aprobara una primera prótesis que, aunque no es la necesaria para volver a practicar béisbol, le sirve para caminar y dejar de lado las muletas y la silla de ruedas. Deimer está aprendiendo a caminar una vez más, pero como asegura su padre “es tan inquieto que ya quiere correr. Yo lo llevo de la mano como cuando era un bebé. Hoy, mi sueño es que él cumpla los suyos. No sabemos cómo agradecerle a todas las personas que nos están ayudando. Solo esperamos que la Policía Nacional pague por el crimen que cometió uno de sus agentes, y cumpla con todo eso que nos prometió ante la presión de los medios de comunicación”.
LA HISTORIA DE DEIMER
29 de junio del 2014, fecha en la que un grupo de policías le disparó a Deimer en Marbella. El deportista viajaba la semana siguiente a EE.UU. para probarse con un equipo.
27 de agosto del 2014. Luego de una cirugía de amputación, Q’hubo se convirtió en el primer medio en publicar su historia.
9 de noviembre del 2014, día en que el programa 7 Día de Caracol lleva su caso a televisión nacional.
24 de noviembre del 2014, Deimer tuvo la oportunidad de entrenarse con los Grandes Ligas Ernesto Frieri y Julio Teherán.
La historia de Deimer volverá a estar en la pantalla chica este mes, cuando 7 Día de Caracol realice un segundo programa para contar qué ha pasado con su caso. Si usted está interesado en ayudar a Deimer, puede consignar sus donaciones a la cuenta de ahorros 514161306 del banco BBVA o comunicarse al teléfono 3004265100.
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