El béisbol, deporte insignia del departamento de Bolívar, está más de moda que nunca, pues la selección nacional clasificó por primera vez a un Clásico Mundial.
Esta felicidad se debe al gran trabajo y entrega de 28 peloteros, que con sus jugadas nos llenaron de orgullo patrio. Esos beisbolistas de la tricolor no se hicieron de la nada, todos comenzaron su camino como lo hace el protagonista de esta nota: Samir Caraballo Ávila.
CON METAS CLARAS
Samir nació el 12 de septiembre de 1998 en el barrio Blas de Lezo. Es hijo de Édgar Caraballo Díaz y Gina Ávila Mendil, y hermano mayor de Julieth.
Tiene 17 años y toda su vida se la ha dedicado a la "pelota caliente", el deporte de sus amores. "Para mi el béisbol es un estilo de vida, una pasión muy especial", dice el pelotero.
Samir ha jugado toda su vida en la fundación Falcon, también ha representado al departamento en varias categorías, en todas destacándose como un excelente campocorto.
El pelotero siempre ha soñado con ser un Grandes Ligas y esa meta está más cerca que nunca.
COMIENZA EL JUEGO
"Yo estaba en un showcase en enero, en el estadio 11 de Noviembre, y cuando se dio mi turno al bate, hice un buen hit. En ese momento se me acercaron varios scouts proponiéndome que me fuera con ellos", dice sonriente el joven.
Y sí, Samir firmó con una organización de EE.UU., se llaman los Astros de Houston. El pelotero prepara maletas para su viaje en la primera semana de abril a República Dominicana, donde luchará por un cupo en la conocida novena.
"Yo espero mucho del béisbol, porque yo le he entregado toda mi vida, mi tiempo y mi juventud", afirma Samir, quien tiene como agente al expelotero Orlando Cabrera.
Caraballo tiene clara su meta y eso le llena de valor para luchar. Él sabe que puede estar en la Gran Carpa y es así como se encomienda a Dios y a su talento. Quizás muy pronto estará vestido de tricolor, jugando junto a sus ahora ídolos.
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