Colombia había vencido 9 carreras por 7 a Rays de Tampa, en el primer juego amistoso ante un equipo de las Grandes Ligas.
Una fecha para el recuerdo: 8 de marzo de 2017. Eran un poco más de las 10:30 de la noche cuando me encontré a las afueras del Club House de Colombia a Julio Teherán.
Me miró y se sorprendió. ¿La razón?: observó en mi camiseta de El Universal una foto suya, grande, colorida, con el uniforme de Colombia.
“Te veo firme con nosotros, coño que camiseta buena llevas puesta, buen nivel compa”, me dijo Julio, el pelao que le hizo zig zag a la violencia en Olaya Herrera, el barrio en el que nació y donde muchos niños toman, desafortunadamente, el camino equivocado.
Al comentario de nuestro crédito cartagenero le respondí: “estamos con Colombia y estamos contigo Julito, no nos puedes quedar mal el sábado”. Él sonrió y luego contestó: “para nada compadre”.
Y llegó el día, hoy Teherán subirá al montículo a lanzarle a Canadá, en el segundo juego de Colombia en el Clásico Mundial de Béisbol.
En el estadio Marlins Park de Miami, el derecho tendrá la misión de lanzar con el alma para guiar a Colombia a un triunfo.
“Estamos tranquilos, este es un equipo que no se rinde, hay unión, esta es una bonita oportunidad que nos da el béisbol”, comentó Teherán.
Esa noche, Colombia desbordaba una gran felicidad. Pese a ser un juego amistoso, los muchachos sabían que serían recordados por ser los primeros peloteros en enfrentarse a un equipo Grandes Ligas y ganarles en el último inning después de ir perdiendo 7-3.
“Wow que reacción la de los pelaos para remontar, estamos metidos de lleno en el Clásico, llevamos a Colombia en nuestros corazones”, aseguró el lanzador número uno de Atlanta, ese mismo que acumula dos Juegos de las Estrellas y es gran ejemplo a seguir por parte de las nuevas generaciones.
Al día siguiente, en la zona de calentamiento del estadio de los Mellizos de Minnesota, vi entrenar a Teherán con fuego en el corazón. Tenía una mirada agresiva, como el tigre que ya observó la presa después de una larga jornada.
“Mira Walter (Miranda) estoy listo, pensando en Canadá, en Colombia, en dar todo de mí en este gran momento”, dijo Teherán.
El cartagenero hizo bien los movimientos, terminó su sesión y se acercó a mí diciendo unas palabras que confirmaron que la emoción que vive es muy grande.
“Será mi primera vez representando a Colombia como profesional. Estaré emocionado, pero no trataré de impresionar, sé que será otra energía, con todo Colombia viéndome, pero trataré de estar calmadito y hacer lo que sé hacer, que es sacar outs”, agregó.
Bien motivado
La experiencia y talento de Julio Teherán serán clave en el juego de hoy.
Tiene el carácter y la personalidad suficiente para hacer un buen uso de los 65 lanzamientos que por reglamento puede utilizar en el juego de hoy.
Su motivación es mayor, pues tiene a toda su familia acompañándolo en esta cita orbital de la pelota caliente.
En Miami, muy cerca de él, se encuentran su hijo Jordan; su esposa Yoselin Rincón; sus padres Julio y Noris y su tío Miguel.
Por ellos y por toda Colombia, Teherán saldrá a buscar la zona de strikes para poner a abanicar a los bateadores de Canadá.
Julio, como siempre, dará todo. ¡Vamos, Colombia!.
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