“Yo vendía frutas y alimentos en el mercado de Bazurto, así levante a mi familia”, dice Julio Teherán, el papá de Julio Alberto Teherán Pinto, quien se muestra como uno de los mejores lanzadores en el béisbol de las Grandes Ligas.
“Nuestra vida no ha sido fácil. Después puse una tiendecita en Olaya Herrera para que me la atendiera mi esposa Marlin”, asegura el jefe de la familia Teherán Pinto, quien de esa unión tiene otras tres hijas: Yuli (30 años), Yusney (28) y Yuranis (25).
Doña Marlin también recuerda hoy los sacrificios que hicieron en el pasado para ayudar a su retoñito a salir adelante en el deporte de sus amores. “Yo también me ganaba unos pesitos arreglando uñas. A mi esposo le tocaba prestar plata cuando mi hijo salía a otra ciudad a jugar con Bolívar porque yo no lo dejaba ir solo”, afirma.
Los padres de Julio se sienten orgulloso de él. “Es el mismo, es un muchacho humilde y muy noble”, comenta el señor Teherán. “Siempre que va a lanzar nos llama antes del juego para que le demos la bendición”, agrega Marlin.
Pero detrás de Julio siempre estuvo como guía su tío Miguel Teherán, quien vio en su sobrino un gran potencial para triunfar en el béisbol.
“Desde muy niño me demostró que había nacido con un don para jugar béisbol en varias posiciones (jardinero central, primera y tercera base y lanzador) y, además, era muy bueno con el bate. Cuando llegó a los 13 años me demostró que sería un deportista sólido. Le perfeccioné sus herramientas y trabajé con él sus debilidades”, asegura Miguel, quien ahora se desempeña como scout de los Bravos de Atlanta y es mánager de la Fundación Colombia Caribe.
Tenía claro que debía ser lanzador, pues su sobrino ‘julito’ pintó más para eso. “Solo perdió un juego en las categorías menores, lanzó en más de 100 partidos, incluidos torneos nacionales, intercolegiados e internacionales. Siempre fue un lanzador duro, era difícil batearle, tenía que seguir esa línea y así fue”, explica.
También recibió el apoyo de Carlos Roque, scout de los Bravos de Atlanta y quien sirvió de enlace entre la organización y la familia Teherán Pinto.
“Julio me escucha mucho, tengo una gran amistad con él y su familia, me alegra que esté triunfando, pienso que conseguirá muchas cosas en el béisbol de las Grandes Ligas. Su carrera apenas empieza y tiene un futuro halagador”, sostiene Roque.
Julio Teherán Pinto es un privilegiado de la vida. A su alrededor ha tenido dos padres que se sacrificaron para apoyarlo: un tío que lo descubrió como beisbolista y un amigo que siempre le dio buenos consejos.
Sin duda, con la bendición de Dios y la familia todo es más fácil...
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