El suizo Fabian Cancellara (RadioShack) se impuso este miércoles en la etapa 11 de la Vuelta a España, una cronometrada de 38,8 km en Tarazona (centro-este del país), tras la que se coloca nuevamente líder el italiano Vincenzo Nibali (Astana).
Cancellara demostró sus grandes cualidades como contrarrelojista y rodador, pese a que la etapa no era compeltamente llana, y completó la crono con un tiempo justo de 51 minutos, aventajando en 37 segundos a otro especialista, el alemán Tony Martin (Omega), campeón del mundo de la especialidad, y en 1:24 al italiano Domenico Pozzovivo (AG2r), sorprendente tercero.
Nibali, que fue cuarto en meta a 1:25 del ganador de etapa, pasa a liderar de nuevo la clasificación general, con una ventaja de 33 segundos sobre el irlandés Nicolas Roche (Saxo) y 46 sobre el español Alejandro Valverde (Movistar).
Valverde podría haber hecho una mejor crono, pero sufrió un pinchazo en el trascurso de la prueba, aunque al final salvó los muebles.
"He salido reforzado", dijo el murciano tras la prueba, quien admitió haber sufrido un curioso contratiempo, además, del pichazo: "Aunque parezca mentira, el mono me quedaba pequeño y no he podido acoplarme bien a la bicicleta".
Nibali, que ya ha vertidos en cinco jornadas el maillot rojo de líder de la presente edicón de la Vuelta, realizó una buena crono pese a que antes de tomar la salida tuvo que sobreponerse a la picada de una avispa en la cara.
El hasta hoy líder, el estadounidense Chris Horner (RadioShack) entró en la meta con un tiempo de 53:54 (20º) y queda ahora tercero de la general (exaequo con Valverde), a 46 segundos de Nibali.
Uno de los damnificados de la jornada fue Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha), que marcó un tiempo de 54:01 y está ahora a 2:33 minutos del nuevo líder en la general.
"Ha sido una crono caótica en la que hasta me he quedado sin agua", lamentó 'Purito'.
"He perdido mucho tiempo, pero queda mucha montaña y a ver si los de delante se vienen abajo. Está muy difícil, pero voy a luchar porque llega mi terreno", añadió.
La etapa de este miércoles era una cronometrada complicada, ya que en los primeros 18 kilómetros la carretera se empinaba hasta coronar el Alto del Moncayo, de tercera categoría, y la segunda parte de la prueba era un peligroso descenso hasta la meta.
El jueves se disputará la 12ª etapa de la Vuelta, de 164,2 kilómetros de recorrido entre Maella y Tarragona, con una única dificultad montañosa, el Alto del Collet (de tercera) en el kilómetro 90, por lo que los velocistas deben aprovechar una de las escasas llegadas en llano para tratar de jugarse la victoria al esprín.
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