La decimoctava etapa del Giro de Italia no movió el podio de favoritos en la general, porque Tom Dumoulin (Sunweb) se defendió de Nairo Quintana (Movistar) y Vicenzo Níbali (Bahréin-Mérida) para seguir en el primer lugar. El ganador de la etapa fue el holandés Tejay van Garderen (BMC), seguido por el español Mikel Landa (Sky).
Con tres horas, 54 minutos y cuatro segundos, Van Garderen se quedó con el triunfo, con un minuto y seis segundos de ventaja sobre los tres favoritos: Dumoulin, Quintana y Níbali. En una exigente etapa que tuvo la defensa perfecta del líder, a falta de dos etapas de montaña.
Como ha sido habitual, la etapa tuvo una fuga numerosa liderada por los hombres del Sky y con dos cartas del Movistar para esperar a Nairo. El español Mikel Landa, con la camiseta azul de los escaladores, era el principal de la fuga y de Movistar estuvieron el costarricense Andrey Amador y el también colombiano Winner Anacona.
Los dos primeros ascensos se dieron con relativa tranquilidad. El paso de primera categoría por Pordoi fue ganado por Diego Rosa, compañero de Landa, quien atacó en el segundo puerto, pero Ómar Fraile respondió y pasó primero. Allí, en el Valparola, Anacona fue quinto. El grupo principal todavía no generaba emociones.
Pero en el tercer ascenso, con el pico de Gardena por delante, a falta de 56 kilómetros para la meta, se dio el primer ataque de Nairo Quintana, quien rápidamente le sacó más de 30 segundos a Tom Dumoulin, gracias a su equipo, porque Amador y Anacona se quedaron de la fuga para esperar a Nairo.
Después del ataque de Nairo, Nibali fue el único que reaccionó y también partió del grupo de Dumoulin para busca al colombiano. Fue ahí cuando el líder aceleró y en la línea del puerto Gardena conectó a Nairo y Nibali para emprender el descenso de 23 kilómetros, ya con el primer desgaste por el ataque del boyacense.
El descenso también fue activo, porque Nairo volvió a atacar junto con el británico Adam Yates, lo que obligó la respuesta de Dumoulin, quien con Nibali lo conectó y pasó de largo, en un contraataque que llevo a Nairo a reaccionar para seguir su rueda, cuando pasaron por la valla de 35 kilómetros para la meta, antes del ascenso de tercera categoría a Di Pinei.
El paso por Di Pinei no tuvo sobresaltos y llegó el último descenso, de 15 kilómetros para buscar el último ascenso del día, de 14 kilómetros, con premio de primera categoría en Pontives, a cuatro mil metros de la meta, en el que se dieron las emociones de los líderes.
En punta de carrera, el español Mikel Landa y el holandés Tejay van Garderen ascendieron en busca del triunfo de etapa. Atrás, el primer ataque fue de Anacona, con respuesta de Ilnur Zakarín, que no fue suficiente, por eso Nairo aprovechó y siguió la rueda de su paisano boyacense, a menos de siete kilómetros para la meta.
A seis kilómetros a la meta, Anacona se entregó y quedó Nairo en solitario, con el grupo de Dumoulin y Níbali a pocos metros. Pero a cinco kilómetros para la meta, el lote de favoritos volvió a capturar a Nairo, con trabajo del equipo FDJ de Thibaut Pinot.
Cuando arroparon a Nairo, se dio el ataque de Níbali, que tuvo reacción de Dumoulin y Nairo. El líder pasó de largo e intentó contraatacar dos veces, pero Nairo lo siguió las dos veces, para descolgar al italiano Níbali, seleccionando el grupo ya en pocos corredores: Dumoulin, Nairo, Pinot, Kruijswijk, Zakarín y Pozzovivo.
A tres kilómetros de la meta, Pinot y Pozzovivo saltaron de ese grupo. A ellos se unió Zakarín y quedaron atrás Dumoulin, Nairo y Níbali. En punta de carrera, Landa volvió a perder la etapa en la línea, esta vez frente a Tejay van Garderen, mientras que Nairo, Tom y Vincenzo se relajaron para llegar juntos en la meta y que todo siga igual, a falta de dos etapas de montaña y la contrarreloj final del domingo.
Para este viernes, la alta montaña de nuevo llevará a los ciclistas en la etapa 19 de San Candido a Piancavallo, sobre 191 kilómetros con tres premios de montaña, uno de tercera, uno de segundo y en la línea de meta estará el de primera categoría, ideal para los escaladores.
EL GRAN GANADOR
Más allá de la victoria de etapa del holandés Tejay van Garderen, esta jornada dejó a dos grandes ganadores. Por un lado estuvo la victoria moral que impuso el líder Tom Dumoulin, que resistió sin problemas los ataques de sus rivales y hasta intentó atacar sobre el final.
El dueño de la maglia rosa redujo el ritmo en el último par de kilómetros sin que Nairo ni Nibali se atrevieran a aumentar la marcha y permitió que Thibaut Pinot fuera el segundo gran ganador del día.
El corredor del FDJ aprovechó la pasividad en la que entraron los dueños del podio y descontó una gran cantidad de tiempo, que lo deja a solo 24 segundos de Nibali y a 1’ 05’’ de Nairo. Así, un nuevo invitado se une a la lucha final por los puestos de honor de la edición centenario del Giro.
EL GRAN PERDEDOR
Nairo Quintana y Vincenzo Nibali quemaron uno de sus buenos cartuchos para sorprender al líder. Los dos lo intentaron, pero el estado de forma de Dumoulin continúa óptimo y no dio oportunidades para que alguno le asestara un golpe temible.
Los dos escaladores tendrán el viernes y el sábado para seguir intentándolo.
Además de Nairo y Nibali, Mikel Landa también salió como uno de los derrotados del día. El corredor del Sky se vio superado una vez más a pocos metros de la meta y volvió a ser segundo. El español ha buscado la victoria de etapa en varias ocasiones y hasta el momento no lo logra.
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