“Porque si el equipo es del pueblo, el pueblo se debe oír”. Y así fue. Luego de varios días de especulaciones sobre los refuerzos del Deportivo Independiente Medellín, el presidente del equipo confirmó el regreso de Mauricio Molina.
Aunque no dio mayores detalles del acuerdo, Eduardo Silva Meluk aseguró en su acostumbrado “video del Presi”, que los ídolos son bienvenidos “solo con la obligación de sudar hasta la última gota la sagrada (camiseta) roja y dejarlo todo como sólo ellos han demostrado que lo saben hacer”.
LA NOVELA DE LA LLEGADA
Durante los últimos cuatro días las redes sociales se habían llenado de reclamos de los seguidores del club rojo que pedían la llegada de su ídolo y rumores de que ninguna negociación había llegado a feliz término.
Incluso este miércoles se había programado una rueda de prensa en la que el jugador informaría sobre su continuidad en Asia, pero a última hora la reunión se canceló. El empresario Lucas Jaramillo, representante de Molina, declaró que los problemas de la negociación eran netamente económicos.
“La propuesta del Medellín no llenó las expectativas, la propuesta económica fue demasiado baja”, dijo y aclaró que el DIM no ofreció ni la tercera parte de lo que ganan los mejores pagos del club. “Aunque no viene por el dinero, tampoco pretendía ser el peor pago por su historia y su currículum”, agregó.
Mauricio Molina, de 35 años, jugó hasta 2015 en FC Seoul. En Medellín es recordardo como uno de los héroes que ayudó al equipo a alcanzar el título de 2002, luego de 45 años de sequía en el torneo local. También llevó al club a semifinales de la Copa Libertadores en 2003.
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