La alegría de ver actuar en el extranjero a un compatriota que triunfa en cualquier deporte no tiene comparación, es una sensación muy linda que invade los corazones y llena el alma.
Muchos fueron los colombianos que asistieron a dos eventos deportivos en Miami (Estados Unidos): el juego entre Colombia y Brasil, en fútbol; y el choque entre los Marlins del barranquillero Donovan Solano y los Bravos de Atlanta, del cartagenero Julio Teherán.
Varios cartageneros vinieron a esta cita con el deporte. Ray Fernández, exfutbolista y ahora dedicado a la arquitectura, fue uno de los que se contagió con la alegría de ver actuar a los colombianos.
En el Sun Life, con capacidad para 75 mil personas, Fernández se emocionó cuando Colombia saltó a la cancha y cantó con orgullo el himno de su país. “Es un sentimiento muy lindo, estar sentando en ese majestuoso estadio viendo jugar a mi país me erizó la piel. Perdimos, pero salí del estadio con mi frente en alto, orgulloso de mi selección, que ya no se esconde para jugarle a nadie, ahora le temen y eso es mucha ganancia”, dijo.
Hernando Muñoz, ingeniero civil, avivó a Colombia durante los 90 minutos en la derrota 1-0 sobre Brasil. “Es muy bonito ver a tantos colombianos juntos en el extranjero, unidos por una misma causa, por una misma camiseta. Disfruté al máximo de este maravilloso momento aún se haya perdido”, comentó.
Fernández y Muñoz, llevados por su pasión, también asistieron al Marlins Park de Miami para el juego entre Marlins y Bravos. Pero no solo ellos se encontraban en ese parque de béisbol, en donde Teherán ponchó a Solano en la primera entrada y en donde cinco episodios después el barranquillero le conectó de hit en el triunfo 4-0 de los Marlins sobre Bravos.
Los hermanos Roberto y Hernando Vergara, fieles a su amor por el béisbol, estuvieron el Marlins Park, dos días después de haber asistido al Sun Life.
“Julio hasta el cuarto llevó el control del juego, luego terminó perdiendo, pero la posibilidad de que llegue a 15 victorias en esta temporada sigue ahí, tiene 13 ganados y estoy seguro que conseguirá su objetivo”, dijo Roberto, un administrador de empresas, que se desvive por los deportes.
Su hermano Hernando, quien estudió comunicación social, afirmó que: “Una alegría enorme ver a Teherán lanzar ante otro colombiano (Solano). Es la primera vez que tengo el privilegio de ver lanzar a Julio, quien tiene una gran proyección en el montículo. Los colombianos nos debemos conseguir felices de tener un lanzador como él en las Grandes Ligas y de todo lo que significa en el béisbol de las Grandes Ligas”.
Fernández, Muñoz y los hermanos Vergara fueron una muestra de sentimiento por el deporte de Colombia, ese que no tiene límites y que deja una gran enseñanza: gane o pierda un colombiano siempre moverán los corazones de su gente...
Comentarios ()