El boliviano Bolívar ganó 1-0 al argentino Lanús y clasificó -después de 28 años- a semifinales de la Copa Libertadores 2014 en partido de vuelta de los cuartos de final jugado este jueves en el estadio Hernando Siles de La Paz.
El único tanto lo marcó el delantero Juan Carlos Arce, a los 87 minutos, cuando agonizaba el partido y los nervios hacían presa del equipo local y de la afición que abarrotó el estadio local.
El gol garantizaba la clasificación de los celestes, aunque a Bolívar le bastaba un empate, debido al 1-1 en la ida la semana pasada en Buenos Aires.
Bolívar enfrentará en semifinales a San Lorenzo de Argentina, que el miércoles se ganó el pasaporte a semifinales tras empatar 1-1 como visitante con el brasileño Cruzeiro.
El partido de ida está programado para el 23 de julio en Argentina, mientras que la revancha se jugará en La Paz el 30 de ese mismo mes.
Fue un cotejo de baja calidad técnica, típico de los encuentros en que prima el resultado más que el juego vistoso. Lanús planteó en el terreno un equipo bastante conservador que pretendía sacar beneficio de algún error del plantel local.
Bolívar, por su parte, trató de ponerse en ventaja, pero sin ejercer la presión suficiente como para asfixiar al rival.
Lanús, que era el más urgido a ponerse en ventaja, copó el medio campo, pero sin abrir suficientes caminos que le llevaran con éxito a la portería boliviana.
Bolívar fue ligeramente superior en la tenencia del balón, con varias llegadas incisivas, la más peligrosa en los pies del goleador uruguayo William Ferreira, a los 37 minutos, que fue acertadamente neutralizado por el arquero granate Agustín Marchesín.
Los celestes hilvanaban mejor las jugadas por la izquierda con un fluido diálogo deportivo entre los españoles José Luis Capdevila y Juan Miguel Callejón, mientras que por la banda derecha no había esa misma sincronía entre Gerardo Yecerotte y Juan Carlos Arce.
El plantel argentino, campeón de la última Copa Sudamericana, llegó sólo a la valla rival en jugadas de pelota detenida. Ortiz a los 9 minutos mandó la pelota sobre el travesaño. A los 26 una errática salida del portero celeste Rómel Quiñónez estuvo a punto de provocar la apertura del marcador para la visita.
El partido ganó ritmo en el segundo tiempo. Los bolivianos salieron con mayor actitud, presionando al contendor y con mayor decisión de encontrar el gol.
En una jugada individual, Leandro Somoza casi sorprende al portero Quiñónez con un remate de larga distancia cuando el guardavallas estaba ligeramente adelantado.
Lanús arriesgó más en la última parte del partido, aumentando el número de delanteros, mientras de Bolívar daba sin éxito algunos imprecisos manotazos que le condujeran a asegurar el partido. El partido se hizo ríspido en cierto momento, provocando la expulsión del defensor argentino Carlos Izquierdoz.
El gol tranquilizador llegó cuando agonizaba el partido mediante Arce. Bolívar cerraba así un magnífico capítulo de su historia, pues la última vez que había llegado a esta instancia fue en 1986, pero bajo otra modalidad en que se jugaba la Copa Libertadores.
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