"Si Colombia resiste más el calor que Perú entonces, en el papel, la victoria sería para nosotros", se le alcanzó a escuchar un aficionado colombiano antes del partido.
La temperatura en Barranquilla, a las 2:30 de la tarde, superaba los 35 grados centígrados. El tema no era fácil. El sol fastidiaba a todos. El Metropolitano, una auténtica caldera, se aprestaba para recibir a Perú en el inicio de las Eliminatorias Suramericanas.
Poco a poco el máximo escenario de fútbol de La Arenosa se fue llenando. La energía positiva y el gran entusiasmo de los aficionados acompañarían a Colombia en inicio del camino al Mundial de Rusia 2018. Unos 44 mil fanáticos llenaron las graderías y en el preámbulo del juego cantaron la famosa canción "ras tas tas", que prácticamente se acogió como himno de nuestra Selección tras el histórico quinto lugar conseguido en el Mundial de Brasil.
La verdad había un ambiente de triunfalismo en los hinchas, que veían ganador a la selección, muchos de ellos hablaban de una goleada, hasta uno que otro periodista también se atrevería a dar por seguro la victoria.
Con varios ausentes en la titular, por lesión o bajo rendimiento, como James Rodríguez o Falcao Rodríguez, Colombia comenzaría una nueva historia con dos hijos de Barranquilla en el frente de ataque: Teo y Bacca, lo que de inmediato encendió el ambiente en las tribunas.
Con pitos, cánticos, gritos, sin ahorrarse nada, sin importar quedarse sin garganta, los aficionados aplaudieron los nombres del once titular dándole así un gran espaldarazo a los jugadores locales desde el primer minuto.
A las 3:30 de la tarde rodó el balón y ahí entonces se sabría en realidad qué pasaría con Colombia-Perú, duelo que para mí, por lo que observé en la pasada Copa América de Chile, se me antojaba parejo y con un leve favoritismo de la tricolor.
A esa hora, la temperatura era un poco más benévola, corría más brisa, ese factor quedaba en un segundo plano. Ahora habría que preocuparse más por el balón y por saber qué hacer con él.
Jugados 20 minutos, aún ni Colombia ni Perú se arrimaban con propiedad. El dominio era local, pero no alcanzaba. Sin embargo, el público no dejaba de avivar a su selección.
A los 31 minutos, en el primer asomo del local, Carlos Bacca se lo perdió, cerró los ojos, el sol le pegó de frente y lo fastidió. El grito de gol se atragantó.
Pero la apertura llegó a los 37, tras tiro de esquina que cobró Cuadrado, cabezazo de Zapata e impacto con la frente de Teófilo para el 1-0. Ahí, el júbilo fue total en el Metropolitano.
A los 48, en el segundo tiempo, Paolo Guerrero estrelló un balón en el vertical izquierdo de David Ospina. El estadiose quedó en silencio, pero la suerte estuvo con los locales.
Y el visitante tuvo un par de ocasiones más en el complemento que pusieron a miles de hinchas a apretar los dientes. El 1-0 a favor aún no senteciaba el juego, por pasajes hubo mucha angustia en el recinto.
Pasaron los minutos y Colombia fue metiendo el juego en el congelador. Perú literalmente se cansó, le costaba arrimarse al arco de Ospina, muchos de sus jugadores caminaban la cancha.
El público se volvió a llenarse de confianza, el grito de "Colombia, Colombia, Colombia" se hizo presente. Ya era solo cuestión que corriera el reloj.
Perú Yordy Reina la tuvo solo en el mano con Ospina y ahí, por fortuna, se salvó Colombia ante la mala definición del jugador peruano.
Pero faltaba un gol por cantar y no sería de Perú sino de Colombia, que en el tiempo de adición, en jugada de contragolpe, marcó por intermedio de Edwin Cardona. Terminó el juego, algarabía total en el Metropolitano, en donde el público salió feliz, cantó a rabiar dos goles y lo más importante: se llevó tres importantes puntos en el bolsillo.
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