El balón parecía que no llevaba peligro, luego de que Carlos Giraldo remató sin mucha violencia. Pero ese balón tenía un destinatario que tenía grandes planes. Mauro Guevgeozián fue el único que percibió que un adversario, que estaba dolorido sobre un costado, lo habilitaba.
Sigiloso, como ‘leopardo’ cuando acecha a su presa, el uruguayo se escabulló entre los defensores y con nervios de acero definió a un costado ante el achique de Joel Silva, para entregarle el triunfo 1-0 al Atlético Bucaramanga sobre Deportes Tolima, en la ida de las semifinales de la Liga Águila II de 2016.
Desde el inicio del cotejo, el cuadro ‘leopardo’ actuó con la paciencia de los que saben que partiendo del orden táctico, el gol llega en cualquier momento.
Y así fue, el Atlético mostró su habitual equilibrio entre líneas para conseguir tres puntos que lo dejan en el camino de la clasificación a la final.
En el primer periodo, además de impedir el progreso de los ‘pijaos’, hizo la diferencia en una de las pocas oportunidades que tuvo; mientras que en el segundo conservó la ventaja y, por poco, logra ampliar el marcador de contraataque, de no ser por la falta de efectividad.
MAURO, LA LLAVE DEL GOL
En un partido cerrado y con pocas aproximaciones en las áreas, el delantero búcaro Mauro Guevgeozián, que está de amores con la red, consiguió aprovechar una de las escasas oportunidades de gol en el primer periodo para decretar el 1-0 cuando el reloj marcaba el minuto 37.
El Atlético salió a imponer condiciones desde el pitazo inicial, pero se encontró con un cuadro ibaguereño que le cerró los espacios y le peleó el balón en la mitad del campo.
El compromiso fue muy táctico, con mucha marca y sin creatividad por parte de los hombres de ataque.
Cuando en Bucaramanga aparecieron John Pérez y Daniel Cataño, los generadores de juego, el cuadro más tradicional de la región demostró que tenía los argumentos para agredir al adversario; no obstante, la seguridad defensiva de los ‘pijaos’ impidió el éxito ‘amarillo’.
CONTROLÓ EL DUELO
Para la segunda parte, la tónica del enfrentamiento no cambió demasiado.
Aunque Tolima adelantó las líneas, no logró superar la férrea defensa del Bucaramanga que, entre tanto, apostó por las transiciones rápidas de defensa a ataque y la posesión del esférico.
El ‘Vinotinto y Oro’ se apoderó de la pelota, pero no logró hacer daño, teniendo en cuenta el orden táctico de un cuadro ‘auriverde’ que esperó paciente para buscar un segundo tanto que no llegó.
Victoria corta del Bucaramanga, pero que puede ser trascendental de cara al juego de vuelta, siendo que los orientados por Flabio Torres suelen hacer buenas presentaciones lejos de casa. La llave queda abierta y el próximo domingo, a las 4:30 p.m. en Ibagué, se definirá quién será el finalista.
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