Tras la conquista de la Copa Sudamericana en el año 2015, Independiente Santa Fe ratificó el excelente presente que atravesaba, que lo han llevado a ser protagonista de torneos nacionales e internacionales.
Sin embargo con la repentina renuncia del técnico uruguayo Gerardo Pelusso por problemas en el camerino con la figura Omar Pérez, el onceno cardenal quedó en manos de Alexis García, quien además de no contar con la simpatía de la hinchada bogotana, tuvo un nefasto paso por los albirojos quedando eliminado de la Liga y y la Copa Libertadores en el primer semestre del presente año lo que aceleró su salida en la fecha 5 de la Liga Águila 2016-II.
Para apagar el incendio el presidente de Santa Fe, Cesar Pastrana, llamó a un viejo conocido de la Institución, el argentino Gustavo Costas, quien a diferencia de García si contaba con todo el apoyo de la afición debido a su exitoso paso en su primera etapa en el equipo cuando ganó la Liga Águila 2014-II al Independiente Medellín y la Superliga Águila 2015 a Atlético Nacional.
Costas tenía el gran reto de enderezar el camino y afrontar cuatro torneos, la Liga y Copa Águila, la Copa Suruga Bank en Japón y defender el título de la Copa Sudamericana.
El inició de la segunda etapa del argentino en Santa Fe parecía prometedora, se estrenó en la fecha 6 ante Cortuluá como visitante con una victoria, además a los pocos días conquistó el título de la Copa Suruga Bank ante el Kashima Antlers en Japón.
Pero con el pasar de las fechas el nivel de los cardenales bajó y Costas trataba de conformar un equipo con una nómina que el no había construido, hecho que le pasó factura, pues posteriormente sufrió la eliminación de la Copa Águila con Nacional y en su debut en la Copa Sudamericana con Cerro Porteño.
Con el pasar de los partidos el nivel de Independiente Santa Fe subió, Costas consolidó un onceno titular con las armas que contaba y clasificó al grupo de los ocho alcanzando una regularidad y estilo de juego, con el que ya llega a 14 fechas sin conocer la derrota.
Para conseguir un nuevo campeonato y pasar el trago amargo de las eliminaciones de la Copa Sudamericana y Águila, Costas tendrá que superar al siempre complicado y competitivo Deportes Tolima y su estratega Alberto Gamero, técnico contra el que el argentino tiene un mal recuerdo, pues es Gamero es el único estratega que ha vencido a Costas en una final mientras dirige al elenco capitalino, durante el enfrentamiento de la Copa Águila 2014, cuando el club pijao se coronó campeón tras vencer a los cardenales 2-0 en Ibagué y caer 2-1 en Bogotá.
Pero con la experiencia vivida, y habiendo obtenido un resultado positivo en la ida, Costas se tomó revancha de Gamero alcanzando así su cuarto título con Independiente Santa Fe y el octavo en su carrera tras haber dado la vuelta olímpica con Alianza Lima de Perú en dos oportunidades, Cerro Porteño de Paraguay y Barcelona de Ecuador.
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