“Si usted tiene una empleada del servicio y le pide huevos, pero le hace torta, usted la saca”. Así se refirió Fernando Salazar, presidente del Itagüí, al técnico Jorge Luis Bernal tras la derrota de su equipo 1-0 ayer en Ditaires ante el Junior de Barranquilla, en el inicio de los cuadrangulares semifinales. Además, tras estas duras palabras, el directivo confirmó la salida del entrenador.
Salazar también aseguró que elevará una queja formal por el arbitraje de Hernando Buitrago y que su equipo está muy cerca de ser vendido al Pachuca de México.
Por su parte, el profe Bernal se mostró tranquilo por la determinación y cree que cumplió con su labor: “llegamos a dos finales. En esta nos faltaron hombres importantes. Todos nos equivocamos, porque no somos máquinas”.
En lo deportivo, Itagüí no tuvo una buena tarde y cayó en la estrategia del Junior. Las águilas doradas pelearon más y jugaron menos. Esa fue la principal razón para que los barranquilleros se llevaran la victoria y se ubicaran como líderes del grupo A.
Al minuto 34, Junior aprovechó un mal rechazo de la zaga dorada y Edwin Cardona puso el balón lejos del alcance del portero Estacio para poner a celebrar a los visitantes. De ahí en adelante los tiburones jugaron con el desespero de Itagüí, que se dedicó más a cometer faltas y a discutir con el árbitro, que a encontrar el empate.
En la complementaria se esperaba un cambio de actitud, pero las expulsiones de Choronta Restrepo y Carlos Mario Arboleda, dejaron huérfano al equipo en ataque. Dos bajas sensibles que deberá suplir la persona que quede encargada de la dirección técnica del equipo.
El 1-0 le bastó al Junior para celebrar su primera victoria en esta instancia y, aunque también perdió por expulsión a Edison Toloza, el liderato del grupo lo reconforta.
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