No se pudo, no hay felicidad, el llanto continuará en el calvario de la Primera B. Real Cartagena, para el dolor de todos los cartageneros, se rajó otra vez.
Real perdió 2-0 ante Llaneros en Villavicencio y le dijo adiós a la final del Torneo Águila. Golpe al mentón, otra caída a la lona.
El 2-1 en casa en el juego de ida no fue suficiente. En el estadio Manuel Calle Lombana, Real dio todo, pero no estuvo fino, mientras que Llaneros sí.
La actitud de Real fue ir en busca del arco de Llaneros. Y esa propuesta generó dos acciones ofensivas, pero el local a los 5 minutos, tras descuido defensivo, marcó con Jhon Velásquez.
A los 44, Llaneros amplió la ventaja con Hugo Palacios, quien aprovechó la permisividad de los defensores visitantes para ampliar el marcador. Así terminó el primer tiempo.
Real no tenía mañana, en el complemento debía darle vuelta al marcador para evitar la eliminación.
El profesor José Fernando Santa envió al terreno de juego a David Ferreira, quien sufrió una contractura muscular en el juego anterior. Ante el resultado adverso, le tocó jugar al samario.
Una mano en el área de un defensa de Llaneros se convirtió en penal a favor de Real a los 52 minutos. Ferreira se paró al frente del balón, pero el portero Jorge Soto le adivinó el disparo. Se perdió esa opción.
Llaneros defendió con todo el resultado. Se metió atrás, metió pierna fuerte, contragolpeó y con eso le alcanzó.
El equipo de Santa puso las condiciones en la cancha, pero siguió en la misma, pues le faltó finura para conseguir el tanto que le permitiera al menos forzar a los penales.
Real deberá pensar en lo que viene. Hay una base interesante, un grupo que muestra trabajo, gracias a la mano de Santa. Pero qué pasará en el 2018, ¿quién pagará la continuidad de ese grupo de trabajo?, ¿tendrán los directivos la intención de hacerlo?, ¿la Gobernación de Bolívar otra vez adoptará el equipo como pasó en las últimas semanas?
En el camerino caras largas. Sin embargo, con la cabeza arriba, algunos jugadores amablemente quisieron atender a la prensa, pero el preparador Andrés Felipe Gutiérrez les impidió.
Señor Gutiérrez no es tiempo para eso, es hora de la reflexión y de pensar en lo que viene. En el 2018, el llanto continuará en la Primera B.
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