Tras una eliminatoria despareja, la selección uruguaya de fútbol deberá tomar nuevamente el camino largo para clasificar a la Copa del Mundo Brasil-2014 e irá por cuarta vez consecutiva al repechaje, esta vez con Jordania.
Uruguay cerró el martes con un trabajoso triunfo 3-2 sobre Argentina una eliminatoria sudamericana irregular, en la que no consiguió mantener el fútbol de calidad que desplegó al inicio, y sólo cuando estaba con la soga al cuello, logró salir con carácter y buen juego, sobre todo el de su potente dupla ofensiva integrada por Luis Suárez, quien con 11 tantos se coronó goleador de la eliminatoria, y Edinson Cavani.
"No somos lo suficientemente buenos para clasificar directo. Y no lo suficientemente malos para quedar afuera. Estamos ahí", evaluó el capitán celeste, Diego Lugano, tras el choque con Argentina en la noche del martes en Montevideo.
"Nos faltó un punto. Es difícil hablar porque la eliminatoria es muy larga y ha pasado de todo, tiene idas y vueltas; para nosotros sigue siendo larga, seguimos en carrera y vamos a luchar hasta el final", enfatizó el veterano defensa, que actualmente milita en el West Bromwich de Inglaterra.
La victoria "nos da una gran energía positiva, tal vez más de lo que merecemos", concluyó.
Para Uruguay será su cuarto repechaje mundialista consecutivo, tras los jugados frente a Australia para los Mundiales de Corea del Sur y Japón-2002 (que ganó) y Alemania-2006 (que perdió), además de frente a Costa Rica para Sudáfrica-2010, que ganó la celeste.
Los importantes partidos contra Jordania se disputarán el 13 de noviembre en Ammán y el 20 de ese mes en Montevideo.
Liderada por el entrenador Óscar Tabárez -impulsor del renacimiento del fútbol charrúa, que en el Mundial de Sudáfrica-2010 sorprendió al mundo al ocupar el cuarto puesto- la 'Celeste' inició la eliminatoria con el impulso que le dio ser el campeón de la Copa América 2011 en Argentina.
En las primeras fechas del clasificatorio para Brasil-2014, la 'Celeste' sumó 11 puntos y se encaramó a la segunda posición, tras derrotar a Bolivia (4-2), empatar con Paraguay (1-1), golear a Chile (4-0), igualar con Venezuela (1-1) y vencer a Perú (4-2).
Pero entre septiembre de 2012 y abril de 2013 los 'celestes' cayeron en un profundo pozo, al ganar sólo dos puntos de 18 posibles, perdiendo ante Colombia (4-0), Bolivia (4-1), Argentina (3-0) y Chile (2-0).
Desde entonces, con la soga al cuello, todo fueron "finales" para el equipo de Tabárez.
Ese mes, el triunfo 1-0 sobre Venezuela en Puerto Ordaz, con un tanto de Cavani, marcó un punto de inflexión que le permitió recuperar el quinto puesto en la eliminatoria e hizo que el campeón de América llegara a disputar la Copa Confederaciones en Brasil con el ánimo renovado.
"Ese era el partido más importante que teníamos por delante, porque si no ganábamos se acababa todo", dijo entonces Tabárez.
El cuarto puesto que logró en ese torneo -tras caer por penales ante Italia en la definición del último lugar del podio- pareció devolver la confianza y la memoria futbolística al equipo.
Desde entonces, de los últimos puntos jugados, la 'Celeste' se quedó con 12, lo que le permitió asegurarse la repesca y hasta soñar con una clasificación directa.
Tres vencer a Venezuela (1-0), se impuso a Perú (2-1) y Colombia (2-0), cayó 1-0 ante Ecuador y derrotó 3-2 a Argentina.
Pero las goleadas sufridas a mitad de la eliminatoria le costaron caro a Uruguay, que terminó el clasificatorio con la misma cantidad de puntos que Ecuador, pero éste se llevó el último billete directo a Brasil-2014 por mejor diferencia de goles, +4 contra 0 de la celeste.
Ahora, los campeones mundiales de 1930 y 1950 deberán dar la última batalla ante los jordanos para conseguir una plaza en Brasil y demostrar que pueden quedarse en la élite del fútbol mundial.
"Jordania va a ser muy difícil, hay que respetarlo, no creernos nada", aseguró el volante Gastón Ramírez. "Van a ser dos partidos que el que cometa más errores se perderá el Mundial".
Por su parte, el defensa Jorge Fucile fue más contundente: "Para nosotros, Jordania es la final del mundo. Son 180 minutos en los que nos vamos a jugar todo".
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