La Supercopa de Francia, cuya vigésima edición regresa a Montreal, inaugura oficialmente la temporada 2015-2016 con un choque entre el Paris Saint-Germain y el Olympique Lyon el sábado.
Desde hace seis años la Liga de Fútbol Profesional (LFP) organiza esta cita destinada a promover el fútbol galo en el ámbito internacional. Tras un primer encuentro en Quebec, esta final se desarrolló sucesivamente en Tanger, Radès, Nueva York, Libreville y Pekín el año pasado.
Doble campeón (de la Liga y de la Copa de Francia), el Paris St. Germain busca el triplete y mantener la hegemonía nacional.
El Lyon, vicecampeón de la Liga francesa, que accede a esta final precisamente porque el PSG ganó los dos torneos domésticos, espera aguarle la fiesta a los parisinos.
El Olympique Lyon domina el palmarés de este torneo, con siete ganados, contra cuatro de sus rivales.
IBRA DE REGRESO
El PSG parte, sin embargo, como favorito. El estado futbolístico y anímico inclinan la balanza en favor de los dirigidos por Laurent Blanc, que acaban de realizar quince días de entrenamiento en Estados Unidos con partidos relevantes en el marco de la International Champions Cup.
Derrotaron a Benfica (3-2), a la Fiorentina (4-2), empataron con el Chelsea (1-1 y luego perdieron por penales), y se mostraron impresionantes ante el Manchester United (2-0) el miércoles.
"Han estado muy bien", se congratuló Blanc. Esto quiere decir que el equipo aún tiene ansias de triunfar".
Excepto la incertidumbre sobre Thiago Motta, golpeado en los abductores pero preocupado sobre todo por su situación (quiere irse, pero el club lo retiene porque no ha encontrado un reemplazante), todo el plantel está en condiciones para este partido, cuando falta menos de una semana para la primera jornada de la Liga, en la que el PSG jugará contra el Lille.
Particularmente Ibrahimovic, goleador ante los Red Devils, se encuentra inspirado y lleno de ganas, lejos del Zlatan de los últimos meses, quien entrenaba a desgana, largamente afectado por una lesión de talón.
Será la principal amenaza para los lioneses, plagados de dudas tras una preparación caótica, que incluyó una humillante derrota el sábado en Londres contra el Arsenal (6-0), en el que Clément Grenier sufrió una seria lesión (desgarro del cuadriceps, cuatro meses apartado de las canchas).
BOICOT DE AULAS
Una bofetada que trajo otra, mediática esta, de parte del presidente del club, Jean-Michel Aulas, quien en la edición de l'Equipe del miércoles fustigó a "una banda de amigos" convertida en "un equipo de estrellas con altos salarios".
Ofendidos, los jugadores "darán la mejor respuesta en el terreno" contra el Paris St. Germain, prometió el jueves el capitán Maxime Gonalons.
El presidente también ejerció la víspera una enorme presión sobre el entrenador del Lyon, Hubert Fournier: "Aprecio mucho la Supercopa y veremos si se equivocó o no, si hizo bien o no en darle una semana más de descanso a los internacionales".
El presidente Aulas pelea en varios frentes, pues intentó sin éxito encender otro foco al reprocharle a su homólogo del PSG, Nasser Al-Jelaifi, quien se negó a que se le levantara una sanción al jugador Nabil Fékir, suspendido por haber recibido tres tarjetas amarillas en diez partidos.
Como finalmente la autoridad competente sobre el asunto sigue siendo la comisión de disciplina de la Liga Francesa, Aulas decidió boicotear el partido de la Supercopa. Al-Jelaifi, de vacaciones, también estará ausente.
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