El Ministerio del Interior, encabezado por Aurelio Iragorri Valencia, realizó un encuentro ayer en Cartagena en el que expuso lo que será el Plan Decenal de Seguridad y Convivencia del Fútbol, que busca llevar la paz a los diferentes estadios de Colombia.
La reunión, que se realizó en el Hotel Caribe, contó con la presencia de miembros de barras, de la Policía y los medios de comunicación.
Hubert Ariza, representante de Ministerio, aseguró que “con el programa se busca disfrutar del fútbol sanamente, que las familias vuelvan al estadio y que no se maten más por una camiseta. Queremos ayudar a construir un mejor país y que el fútbol”.
Para Felipe Trujillo, miembro del programa y el encargado en darlo a conocer, esta es una oportunidad histórica en Colombia “que permite que construyamos un mejor futuro hasta el 2024, hay que dejar las bases sentadas para que todo esto cambie, queremos que el espacio del fútbol sea solo para el disfrute del mejor espectáculo del mundo”.
Orgullo colombiano
Explicó que los términos de seguridad, comodidad y convivencia van entrelazados y que en 1994, tras el asesinato del futbolista Andrés Escobar, se creó el programa de “Fútbol por la Paz”, que tuvo acogida hasta en la FIFA, que actualmente lo tiene como uno de sus brazos en sus programas sociales.
Trujillo afirmó que desde hace una semana se inició el Torneo de Fútbol Por la Paz en 10 ciudades de Colombia y adelantó que los 10 equipos campeones, uno por cada ciudad, vendrán a Cartagena la primera semana de diciembre a jugar la final que definirá el campeón de campeones.
Algunas de las reglas que se deben cumplir en este torneo, en el que la cancha puede tener cualquier medida, son que deben participar hombres y mujeres; no hay árbitro en la cancha; no gana el que haga más goles sino aquel que respete los acuerdos realizados con el rival previo al inicio del partido.
“Lo que se busca es capacitar a más de 2 mil jóvenes en cada ciudad, en donde se desarrolla el torneo para que no solo pongan en práctica los valores dentro de un estadio sino en la vida cotidiana”, dijo.
Aseguró que la Dimayor y sus clubes socios tienen una responsabilidad social con los hinchas.
“Hay que capacitar a los dirigentes para que entiendan que invertir en sus barras es un deber con la sociedad. Generarles empleos, por ejemplo, es una de las salidas. Esto no se debe ver como un gasto”, precisó.
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